Artículo de reflexión derivado de investigación

Reflexiones sobre el aprendizaje colaborativo desde la experiencia de estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Católica Luis Amigó1

Reflections on collaborative learning from the experience of Social Work students at Universidad Católica Luis Amigó

Recibido: 20 de septiembre de 2021 / Aceptado: 10 de noviembre de 2021 / Publicado:

Natalia Andrea Correa Guisao*, Astrid Johana Toro Serna**

Forma de citar este artículo en APA:

Correa Guisao, N. A., & Toro Serna, A. J. (2022). Reflexiones sobre el aprendizaje colaborativo desde la experiencia de estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Católica Luis Amigó. Poiésis, (42), 17-32. https://doi.org/10.21501/16920945.3814

Resumen

El artículo desarrolla una reflexión conceptual sobre el aprendizaje colaborativo, en relación con la mirada crítica de la experiencia de los estudiantes del programa de Trabajo Social a distancia de la Universidad Católica Luis Amigó. Si bien este concepto es transversal en muchos ámbitos de la vida, es una característica fundamental en el aprendizaje a distancia; por ello, el artículo desarrolla, en primer lugar, las características del aprendizaje colaborativo, seguidamente se plantean los aspectos significativos del aprendizaje colaborativo en este programa, lo que posibilita una reflexión de esta estrategia de enseñanza-aprendizaje en los procesos de educación contemporáneos.

Palabras clave:

Aprendizaje; Aprendizaje colaborativo; Colaboración; Educación; Educación a distancia; Interacción; Trabajo en Grupo; Trabajo social.

Abstract

The article develops a conceptual reflection on collaborative learning, in relation to the critical view of the experience of the students of Social Work of distance learning program at the Universidad Católica Luis Amigó. Although this concept is transversal to many areas of life, it is a fundamental characteristic in distance learning; therefore, the article develops, first, the characteristics of collaborative learning, then the significant aspects of collaborative learning in the Social Work program of the Catholic University Luis Amigó are presented, allowing a reflection on this teaching-learning strategy in contemporary education processes.

Keywords:

Learning; Collaborative learning; Collaboration; Education; Distance education; Interaction; Group work; Social work.

Introducción

El artículo que se presenta a continuación busca aportar una reflexión conceptual sobre el aprendizaje colaborativo, en relación con el análisis y la mirada crítica de la experiencia de los estudiantes del programa de Trabajo Social a distancia de la Universidad Católica Luis Amigó. Si bien este concepto es transversal en muchos ámbitos de la vida, es una característica fundamental en el aprendizaje a distancia, y se define como un proceso de trabajo en grupo que finalmente muestra como resultado una acción conjunta.

Este tema se hace cada vez más pertinente en la educación a distancia porque favorece a los diferentes actores involucrados (estudiantes, docentes, universidad), además, es un proceso que acoge diferentes contextos, subjetividades y poblaciones para lograr los objetivos propuestos dentro de esta modalidad (Correa Guisao et al., 2021).

El artículo se desarrolla en dos partes: en la primera, se retoman los conceptos que caracterizan el aprendizaje colaborativo, en contraste con las voces de la experiencia de los estudiantes del programa de Trabajo Social modalidad distancia, con un interés centrado en reconocer la riqueza, los sentidos y las contradicciones que posibilitaron el acercamiento a la práctica y a las experiencias de los estudiantes, mediante la realización de técnicas como: entrevistas semiestructuradas, observación no participante y narrativas a través del dispositivo de la bitácora.

La segunda parte hace una reflexión sobre las características del aprendizaje colaborativo obtenidas por las cualidades y circunstancias propias de la experiencia de los estudiantes, aportando de manera significativa a los procesos de formación profesional de Trabajo Social en la modalidad a distancia de la Universidad Católica Luis Amigó. Finalmente se plantean unas conclusiones o reflexiones finales, donde se reconocen aciertos y escenarios para seguir indagando y profundizando por el trabajo colaborativo en diversos contextos educativos.

Características del aprendizaje colaborativo

El uso de la tecnología y las nuevas formas de apropiación del conocimiento se han convertido en una constante en los procesos educativos; en la actualidad, compartir, colaborar y construir, se expresan como normas permanentes en los contextos educativos y ambientes de aprendizaje en la virtualidad y la distancia. Allí, se ofrece una gran variedad de formas de interacción social, cultural y educativa, a partir de distintas herramientas digitales, donde los estudiantes adquieren nuevas habilidades caracterizadas por la comunicación y el intercambio de información.

Bajo esta constante se vincula el trabajo en equipo, que potencializa la construcción de conocimientos en una comunidad de aprendizaje, ubica a los participantes en el centro del proceso, articulando la interacción y las relaciones sociales entre los que aprenden como condición necesaria para la construcción del conocimiento. Para Vigotsky (1997, como se cita en Martínez de La Cruz 2015), este proceso de construcción social del conocimiento conlleva una fase de interiorización, permitiendo a los sujetos pasar de una zona real de conocimiento a una zona de desarrollo potencial que solo es posible con la ayuda de alguien más.

Trabajar en equipo en contextos educativos como plantea Johnson y Johnson (2007, como se cita en Martínez de La Cruz, 2015), “Es el uso didáctico de grupos pequeños que permite a los estudiantes trabajar juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás” (p. 15).

El docente tiene la función de organizar y mediar las actividades, así como estimular la comunicación e interacción afectiva y efectiva para contribuir con sus estudiantes a alcanzar los objetivos propuestos. En este sentido el trabajo en equipo en los entornos virtuales de educación permite vincular a los estudiantes al proceso, desarrollar la autonomía e iniciativa propia para emprender y autodirigir su proceso de aprendizaje personal, comunicar las ideas con claridad y precisión, agilizar la toma de decisiones, y finalmente tener la disposición para aprender de forma colaborativa.

Aprendizaje colaborativo

¿Qué significa colaborar? Según la Real Academia Española (2020) “colaborar es trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra”. Es una de las acciones más importantes que se implementan con más frecuencia por los seres humanos, permite el encuentro de fuerzas conjuntas y coordinadas entre los sujetos para el logro de sus objetivos.

El aprendizaje colaborativo es una de las características de la educación a distancia; su naturaleza pretende construir una forma conjunta de conocimiento, que va más allá del trabajo en grupo que se realiza entre varias personas. El trabajo colaborativo contiene algunos elementos claves que lo favorecen, como lo son: la colaboración, la comunicación, la interacción, la participación, la corresponsabilidad, el rol del docente y el estudiante, la enseñanza, el aprendizaje y la metodología (Martínez de La Cruz, 2015).

En este sentido, en el siguiente apartado se analizan cada uno de los elementos del aprendizaje colaborativo y de manera paralela se vinculan las voces provenientes de las experiencias de los estudiantes de Trabajo Social modalidad distancia de la Universidad Católica Luis Amigó. De esta forma se podrá hacer un reconocimiento de la propia práctica y darle sentido a este componente de la educación a distancia desde el proceso formativo de los estudiantes.

La colaboración

El concepto de colaboración es visto como el trabajo que se realiza en conjunto entre un grupo de personas con objetivos e intereses comunes, implica que todos los participantes se involucren en los diferentes momentos y actividades del proceso para la construcción de un producto. La colaboración para Martínez de La Cruz (2015) se refiere a la ayuda participativa y solidaria del estudiante durante el trabajo en equipo para el alcance de las metas trazadas, refuerza el aprendizaje, el debate, el contraste de pareceres, la cooperación y el diálogo, lo que permite que los sujetos comprendan e integren mejor los nuevos conocimientos.

Para los estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Católica Luis Amigó la colaboración como elemento vinculante al trabajo colaborativo, busca generar interdependencia positiva, que cambia la competitividad por la construcción de buenas relaciones entre los diferentes miembros del equipo, permitiendo acceder a nuevos espacios de desarrollo cognitivo individual y grupal, como se evidencia en el siguiente testimonio:

Empezar el trabajo colaborativo no fue fácil, porque fue un proceso en el cual nos teníamos que poner en el lugar del otro, pero también teníamos que ser muy claros en cuanto a las responsabilidades, ahí pienso que se presentaron algunos obstáculos, sin embargo, todo esto dejó aprendizajes, construimos grupos de trabajo sólidos, donde cada uno a pesar de las diferencias aportaba y contribuía para realizar las actividades asignadas.

La experiencia muestra que los estudiantes además de integrarse en grupos para el cumplimiento de actividades y objetivos de su proceso académico, abren un espacio para la comprensión de las ideas y las formas de aprendizaje, lo que permite que se construyan relaciones de horizontalidad. La colaboración adquiere fuerza para estimular y favorecer un sentido más significativo en los resultados que se busca alcanzar durante el proceso de los estudiantes.

La comunicación

Otro elemento importante en la interacción educativa en la que se da el aprendizaje colaborativo es la comunicación, la cual para Córica (s.f., como se cita en Martínez de La Cruz 2015): “es la que se produce en un contexto especial, y es considerada la condición de posibilidad de la educación misma, ya que sin comunicación no existe educación posible” (p. 15).

El entorno virtual presenta oportunidades innovadoras para la colaboración, la interacción continuada y la producción de conocimientos, aumentando las posibilidades de aprender a trabajar en equipo, concretar una comunicación rápida, oportuna y significativa que vaya de acuerdo al desarrollo de las tecnologías. La comunicación en la educación a distancia está estrechamente relacionada con las tecnologías de la información, las cuales representan grandes ventajas para el aprendizaje colaborativo ya que estimulan la comunicación interpersonal, el acceso a la información y contenidos de aprendizaje, el seguimiento del progreso del participante a nivel individual y grupal, la gestión y administración de los estudiantes, la creación de escenarios para la coevaluación y la evaluación (Martínez de La Cruz, 2015).

Estas tecnologías propician estrategias diversas las cuales son aprovechadas por los estudiantes fuera del espacio de las clases, por lo que refieren lo siguiente: “tenemos actividades adicionales a la Universidad, por lo general siempre trabajamos por Hangouts, por Drive, pues siempre en el tema de los talleres y eso, compartimos un archivo en Drive”.

Las tecnologías de la información y comunicación facilitan el proceso de aprendizaje colectivo, a través de ellas se comparte información, documentos, intercambio de opiniones; se construye el consenso y se toman decisiones. Los estudiantes dan un lugar muy importante a este componente, reconocen la comunicación como el medio para estar siempre en contacto, a través de las herramientas tecnológicas, utilizadas con una intención pedagógica y como mediadoras de nuevas formas de aprender y trabajar en equipo, a través de las diferentes herramientas de interacción: foros, chats, correo electrónico, wikis y plataformas como Meet, Skipe, y Hangouts.

La interacción

La interacción se refiere a la acción e incidencia continua y permanente entre los miembros del equipo. En ella se integra el proceso de comunicación e intercambio de información, ideas, percepciones. La interacción permite generar nuevos significados y la movilización de saberes en favor de la construcción de nuevos aprendizajes.

Para García Tamarit (2014), la interacción puede ir orientada en dos sentidos: las interacciones orientadas a la realización de la tarea que tiene asignada el equipo y las interacciones orientadas a la actividad social del grupo, enfocadas en cómo el equipo lleva a cabo las tareas que tiene asignadas para su funcionamiento.

Según García Tamarit (2014), también existen dos elementos que permiten un éxito total del aprendizaje en los contextos de educación superior a distancia: la presencia social y la presencia del docente; la primera se refiere a la capacidad de proyectarse social y emocionalmente y la segunda, al acto de diseñar, facilitar y orientar los procesos cognitivos y sociales de los estudiantes, para obtener resultados significativos a nivel personal y de valor educativo en sus estudiantes.

De acuerdo con Ferreiro y Espino (2013, como se cita en Martínez de La Cruz 2015), “el docente propicia un espacio del sujeto que aprende de un estado inicial de no saber, poder, ser o hacer, a otro superior cualitativamente de saber ser, saber hacer y lo más importante el ser” (p. 32), lo cual se afirma en el siguiente fragmento:

Hemos tenido digamos muy buen acercamiento, hemos encontrado respuesta que en realidad nosotros como estudiantes necesitamos, hemos encontrado total disponibilidad por parte de los docentes, hemos encontrado un buen acompañamiento, incluso muchos profes han manifestado que si en algún momento no sentimos digamos ese acompañamiento también se lo hagamos saber.

En las interacciones los estudiantes reconocen dos factores importantes; uno está relacionado en la dedicación personal, que tiene gran peso en las habilidades propias del estudiante, lo que permite enriquecer su proceso de aprendizaje. El otro aspecto tiene que ver con el papel que desempeña el docente tutor, como un facilitador que guía y orienta al estudiante, posibilitando la interacción social y la construcción de conocimiento de forma colaborativa.

La participación

Este aspecto permite la retroalimentación y motiva la interacción, favorece el desarrollo del pensamiento crítico y creativo, los sentimientos y una conducta personal y social acorde con valores altamente apreciados. La participación hace que el estudiante sea un sujeto activo, consciente y comprometido con la construcción de su conocimiento y de su persona.

Yo digo que tuve un cambio, yo por ejemplo cuando empecé yo no hablaba con nadie, con nadie, yo hacía los trabajos sola, me gustaba trabajar sola, pero digamos que a uno la carrera también lo va moldeando, yo ahorita, pues soy la representante estudiantil de la sede de Bogotá de Trabajo Social, y esto me ha servido muchísimo, porque digamos que yo he tenido que interactuar con personas.

La participación en las discusiones de ideas, de avances en el tratamiento de problemas, de propuestas y proyectos, estimula el consenso. Además, el ejercicio participativo empodera al estudiante y propicia la consolidación de liderazgos con capacidades críticas para opinar, cooperar y diferenciarse en ideas y acciones, con otros compañeros y en la interacción con los docentes:

Hoy quiero darle gracias a todas las personas que han hecho parte de esto, mi familia, amigos, docentes, compañeros de trabajo, compañeros de estudio, estos últimos de los cuales he aprendido mucho, gracias por la comprensión, escucha, confianza, enseñanzas y sobre todo por ayudarme a encontrar en mí una líder.

El fragmento anterior evidencia los retos que aportó el proceso de formación, incentivando en ellos el deseo de alcanzar sus metas y conquistas frente a lo personal y lo académico, en el que lograron afirmar su capacidad de enfrentarse y permanecer en el modelo educativo a distancia.

La corresponsabilidad

La corresponsabilidad hace referencia al compromiso y responsabilidad de los sujetos en el contexto grupal, implica establecer una relación con el compromiso individual y colectivo que asume y demuestra cada integrante al participar y contribuir de manera individual al trabajo grupal. Por lo tanto, cuando hay corresponsabilidad surge la necesidad de compartir información, de coadyuvar a entender conceptos y obtener conclusiones al cumplir de manera personal con la tarea y el rol asignado, de compartir y recibir las contribuciones significativas que aporten a la construcción grupal y elaboración colectiva de una solución de problemas o un producto final.

El tiempo de asesorías es muy reducido, muy corto por así decirlo, entonces profe, pues yo en el papel de estudiante, si usted explicó por tema y a mí me quedó cierta duda, en la asesoría no quedé satisfecha, no quedé totalmente completa con la información, en el caso mío, yo personalmente, soy la que tengo que llegar donde usted, porque realmente pues, yo soy la que necesito de usted, entonces es como a eso me refiero, al tema de la búsqueda del educador, como digamos que uno tiene que empoderarse de lo que realmente quiere.

El estudiante experimenta un sentido de participación y corresponsabilidad por su aprendizaje de forma individual. Se aprecian aspectos importantes como mentes activas, estudiantes creativos que aprovechan sus conocimientos previos y que trabajan de manera comprensiva, consciente y participativa en su proceso formativo. Esta condición permitirá el desarrollo de habilidades para la colaboración y la toma de decisiones, tanto de su aprendizaje como de los demás integrantes de su grupo.

Rol del docente

El docente cumple una labor fundamental y decisiva en el proceso de aprendizaje de los estudiantes. El rol del docente no es solo de enseñanza, sino que debe asumir una doble función como orientador y facilitador. Para García Tamarit (2014), en el aprendizaje colaborativo el rol del docente / tutor se encuentra fundamentado en el socio-constructivismo, lo ubica con una actitud de mediador caracterizada por la interrelación no frontal y mediatizada. Esta lógica de un docente mediador favorece el aprendizaje, estimula el desarrollo de potencialidades del sujeto como una exigencia clave en los procesos educativos, como estilo de enseñanza, que hace posible la capacidad de pensar, sentir, crear, innovar, descubrir y transformar, que a su vez llevan al sujeto a construir y deconstruir nuevos significados.

Es importante que el docente cuente con formación y competencias pedagógicas, comunicativas, sociales y tecnológicas, con la finalidad de generar en el estudiante capacidad de inducir y orientar procesos de aprendizaje colaborativo. Si el docente cuenta con dichas competencias entonces sabrá cómo crear espacios de colaboración, estimular y mediar interacciones, y así lograr favorecer la construcción del aprendizaje.

Para Martínez de La Cruz (2015) es importante que el docente cuente con las siguientes cualidades y competencias: saber utilizar las herramientas tecnológicas, designar roles para orientar la formación de los grupos, determinar los ritmos de trabajo, estimular, retroalimentar, asistir, mediar o intervenir en caso necesario entre los miembros del equipo.

Los docentes si están enfocados desde el curso que ellos están en este momento acompañando o a su cargo (...) han atendido a tiempo las inquietudes, gracias a los docentes por sus enseñanzas, por compartir el conocimiento y experiencias que enriquecen el proceso de sus estudiantes y por exigirnos disciplina para que seamos mejores.

Se aprecia un reconocimiento de los docentes por parte de los estudiantes, resaltando sus conocimientos, experiencia y capacidad pedagógica, con condiciones de resolver dudas y problemas de manera eficiente y permanente, con el objetivo de obtener resultados educativos significativos tanto para el estudiante como para el docente.

Rol del estudiante

El rol del estudiante en el proceso de aprendizaje colaborativo es decisivo, interactúa con otros para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás, por ello el interés y la vinculación desde distintos roles, que finalmente estará condicionado por los resultados. El aprendizaje colaborativo para UVEG (2009,como se cita en Martínez de La Cruz 2015) favorece que los estudiantes desarrollen:

Competencias relacionadas con su habilidad para trabajar con otros, de presentar sus ideas y de respetar las de otros en un medio pluralista y de equidad social, con el fin de que desarrollen tanto competencias genéricas para la vida, como específicas para su desarrollo profesional. (p. 23)

Asimismo, las habilidades propias del estudiante con relación a las competencias de trabajo autónomo le permiten acelerar su proceso de aprendizaje, al mismo tiempo hace que las interacciones con su docente sean más productivas y eficaces para su aprendizaje personal:

La modalidad a distancia va mucho en ser uno... mucha autodisciplina, auto-compromiso, y todo es auto, auto, auto, porque o sea yo puedo tener la disponibilidad de estudiar, pero si no tengo compromiso me va dar pereza realizar los trabajos.

El estudiante busca, a través de las mediaciones, cercanía con la fuente de información y formación. La educación a distancia posibilita el autoaprendizaje desde el desarrollo de la autonomía y la disciplina de estudio, sin depender del trabajo en clase con el docente por ser una modalidad en la que se trasciende el espacio-tiempo educativo.

La enseñanza

El concepto de enseñanza en la educación a distancia para Juca Maldonado (2016) es un proceso desarrollador, que transmite de forma sistémica y sistemática la cultura en el entorno escolar, de acuerdo con el encargo social, y teniendo en cuenta el desarrollo alcanzado por el estudiante. La enseñanza propicia el desarrollo integral de la personalidad del estudiante para reconocer sus potencialidades para aprender, aprender a hacer y aprender a ser.

Lo primero que quiero decirte es que no ha sido fácil, que todo el proceso de estudiar trabajo social a distancia ha sido un reto muy grande, el cual ha requerido de toda mi responsabilidad y compromiso para seguir adelante, así es todo en la vida, las cosas requieren esfuerzos y llegar a donde quieres no siempre va a ser fácil, pero no por eso debemos desistir, es importante que lo que hagamos nos apasione, de ese modo cuando sintamos que no podemos más, solo respiraremos y agarramos fuerzas para continuar.

El aprendizaje

Para varios autores el aprendizaje y el conocimiento son procesos de construcción social, en el que el estudiante desarrolla estructuras cognitivas indicativas que se han producido aprendizaje, los estudiantes son capaces de construir significados de contenidos particulares en las distintas áreas y demostrar conocimientos. Es importante resaltar que el aprendizaje en el contexto profesional se contempla como el desarrollo de habilidades y destrezas, la asimilación de conceptos y de competencias profesionales que permiten resolver problemas de la “vida real”.

El concepto de aprendizaje ha evolucionado a través de la historia, uno de los conceptos más recientes lo define como una experiencia pedagógica participativa mediante la aplicación de diferentes estrategias, en el cual el estudiante asume un rol activo de las actividades de enseñanza y aprendizaje desde diferentes enfoques, en este sentido el aprendizaje está determinado por el control que los estudiantes ejercen sobre su experiencia pedagógica desde la experimentación y el aprender hacer (González Cabanach, 1997).

De otro lado, el aprendizaje se contempla como un cambio en las actitudes personales, es necesario que el aprendizaje sea experimentado y deconstruido sobre experiencias personales. En esta lógica, las experiencias de los estudiantes dentro y fuera de la universidad, influyen tanto en su aprendizaje académico como el desarrollo de perspectivas personales acerca del mundo:

Trabajo Social: dos palabras que para muchos no tiene relevancia, pero para quienes decidimos adentrarnos en esta profesión sabemos que representa un reto tanto en nosotros como en la sociedad; dado que buscamos un cambio social, el empoderamiento de los individuos y la unidad de las familias desde las bases del respeto y el amor.

En el fragmento anterior aparecen con fuerza y con mayor importancia las necesidades de aprendizajes en conexión con las necesidades de comprensión que requiere el mundo de hoy. La experiencia del aprendizaje a distancia, trasciende la necesidad de construir un saber profesional, está marcada por grandes retos que implican persistencia, cambio de rutinas, formación continua y disciplinada, compromiso con el aprendizaje, generando transformaciones subjetivas en la construcción de autonomía y motivación con respecto a los logros alcanzados en el proceso. Esta construcción subjetiva adquiere mayor relevancia en el trabajo colaborativo que posibilita la intersubjetividad en la construcción de conocimientos y experiencias en el estudiante.

La metodología

La metodología en el aprendizaje colaborativo se manifiesta como el desarrollo de aprendizajes adecuados para responder a los problemas reales. Toro, (2012, como se cita en Rodríguez Camargo 2016), propone cuatro factores esenciales en las metodologías aplicadas para los contextos a distancia: la calidad del estudiante, su motivación intrínseca, la calidad del docente y la evaluación.

El anterior planteamiento pone en contexto principalmente al estudiante como autor y responsable del aprendizaje, al docente como mediador, con actitudes que posibiliten mejorar la capacidad del estudiante y motivar para que el conocimiento se convierta en una tarea permanente. La calidad educativa caracterizada por la relación entre la ayuda, los incentivos, el reconocimiento, el aliento y la división de recursos contribuye a crear este clima de confraternidad en torno al objetivo común. Finalmente, la evaluación es unelemento fundamental en las metodologías aplicadas, necesarias para la observación y el mejoramiento continuo, que posibilite entender y ajustar de forma adecuada en el corto, mediano y largo plazo acciones para alcanzar las metas y objetivos propuestos.

Las estrategias de los encuentros asincrónicos también nos han funcionado mucho porque nosotros digamos avanzamos en las lecciones y recursos y llegamos a un momento en el que leemos la tarea y de pronto hay alguna dificultad o algo que no entendamos, entonces poder tener antes de entregar las tareas esa posibilidad de conectarnos y si algún compañero también tiene la misma duda y recibir la retroalimentación del docente.

El aprendizaje y las metodologías actuales en la educación a distancia permiten que la independencia sea cada vez mayor, los estudiantes tienen a su alcance y usan con gran frecuencia dispositivos tecnológicos para acceder a gran cantidad de información: bibliotecas, bases de datos científicas, artículos, por lo que requieren cada vez menos manuales o cartillas estandarizadas. Solo basta con adquirir una actitud de búsqueda de la información, recibir la orientación y acompañamiento del docente tutor para resolver sus inquietudes y encaminar su proceso de aprendizaje.

Figura 1

Características del aprendizaje colaborativo en el programa de Trabajo Social


Las características que se pueden apreciar en la Figura 1, fueron reconocidas en las experiencias de los estudiantes en su proceso formativo, permiten evidenciar que el aprendizaje colaborativo en la educación a distancia tiene una constante y una condición especial que es el trabajo en equipo, como una competencia interpersonal central, con una marcada relación horizontal entre los estudiantes, el docente y las estrategias metodológicas de enseñanza- aprendizaje. Para Martínez de La Cruz (2015), trabajar en equipo en los ambientes virtuales no es solo una forma de organizar el trabajo y de aprender de manera colaborativa, también contribuye al desarrollo de una competencia transversal y necesaria a lo largo de la vida.

El esquema permite apreciar varios aspectos en la actividad colaborativa de los estudiantes; en un primer lugar permite conocer las capacidades y fortalezas de los estudiantes. Para García Tamarit (2014) en la tarea colaborativa se aprende en la medida en que se integran en un proceso de elaboración argumentativa las ideas y formas de pensar e interpretar, consiguen conectar con las perspectivas y puntos de vista de los otros compañeros del grupo. Desde la perspectiva social se permite construir no solo el conocimiento, sino fundamentalmente inspirar una convivencia armónica en la que todos tengan la misma oportunidad y un espacio para el desarrollo de sus capacidades.

Yo desde el segundo semestre he trabajado con dos compañeras, entonces digamos, que ya uno conoce cuáles son las falencias de cada una, está digamos, un ejemplo, ésta entiende más de la lectura, entonces, esta nos puede explicar más cómo hacer la tarea, por ejemplo, digamos, que a mí me gusta mucho la ortografía, yo revisó mucho la ortografía y la manera en redacción.

El aprendizaje contextualizado ha sido una de las características del aprendizaje colaborativo que más fuerza ha tenido en los estudiantes, para ellos es determinante adquirir conocimientos basados en la comprensión de factores sociales de las experiencias de sus compañeros, los cuales influyen de manera significativa en su proceso formativo.

Entonces realizar ese trabajo en clase y los recursos de los videos como las experiencias exitosas que también hemos tenido en algún momento que nos han compartido, el poder preparar una presentación con tres o cuatro diapositivas de un tema específico para poderlo debatir dentro de la clase, que tengamos la retroalimentación de los docentes, pero también de los compañeros, ha sido esa estrategia que ha sido en este momento como mucha más ayuda. (Entrevista Nro. 3–2020).

Una particularidad en el aprendizaje colaborativo es delegar y confiar en las capacidades de los compañeros, como se aprecia en los siguientes testimonios “siempre me acostumbré a estar como en mi burbuja, hacer las cosas yo, y pues un reto también de la carrera es que he aprendido a delegar cosas, en este caso, a los compañeros yo era de las que hacía el trabajo sola” (Entrevista Nro. 2).

Sin duda un aspecto muy importante que se ha fortalecido en los estudiantes para el logro de los objetivos es la confianza y la empatía, lo cual ha permitido que los grupos sean espacios de crecimiento individual, allí recibieron fuerzas del grupo y construyeron relaciones afectivas de confianza, intereses recíprocos, lo que permite la construcción de relaciones de horizontalidad.

Se incorpora una característica necesaria en el aprendizaje colaborativo: las tecnologías de la información y la comunicación son mediadores entre el aprendizaje y el desarrollo, esta es una condición necesaria en las nuevas formas de aprender en la educación a distancia, se configuran como las herramientas que les permiten a los estudiantes interactuar con sus pares y sus docentes y realizar las investigaciones para fortalecer el conocimiento.

La sinergia y cohesión social en la conformación de equipos se ha consolidado y perfeccionado a través del tiempo. Con el esfuerzo cotidiano de cada uno de los estudiantes en aspectos como la actitud de integración, armonía y respeto, generan condiciones necesarias para crear un ambiente propicio que permite lograr los resultados óptimos en el aprendizaje individual (Martínez de La Cruz, 2015).

Desde el primer semestre tengo un equipo de trabajo excelente. En general son buenos compañeros, pero reconozco la cercanía de (se menciona a una persona) en mi proceso. El acompañamiento ha sido necesario ya que hay momentos difíciles sobre todo por la presión de tantas responsabilidades fuera de la universidad (Narrativa Nro. 4–2020).

Se configuran grupos de apoyo mutuo no solo para el desarrollo de las tareas, sino fundamentalmente para la construcción conjunta de experiencias, la convivencia armónica, la posibilidad de expresar sus emociones y recibir comprensión frente a las mismas por parte de los compañeros.

También se configura como una característica significativa minimizar el distanciamiento y el sentimiento de soledad, cómo se expresa en el siguiente testimonio: “el Trabajo Social me ha dado una familia afectiva y que de muchos de ellos he aprendido muchas cosas que me han enseñado a ser más y más perseverante, esto realmente es algo gratificante que llena el alma y la vida” (Bitácora Nro. 6- 2020).

Los estudiantes son conscientes de los cambios en sus vidas e identifican que algunas de las transformaciones más positivas son: consolidar su aprendizaje y las relaciones con sus docentes anulando la barrera de la distancia a través de un ordenador y superar la sensación de aislamiento y soledad que en muchas ocasiones se hace presente en esta modalidad de aprendizaje.

Dentro de las tutorías sincrónicas de la Universidad Católica Luis Amigó, se implementan las estrategias de trabajo colaborativo, la cual es una forma de trabajo en grupo que les permite a los estudiantes la apropiación de conocimiento.

Es así como en la observación no participante se identificaron ejercicios prácticos y reflexivos que se implementaron como estrategia para fomentar la capacidad crítica y de análisis de los estudiantes. Para responder a los casos que se presentan en los contextos reales, se implementaron estrategias de:

Aprendizaje basado en problemas. Allí se presenta un problema complejo de la vida cotidiana; los estudiantes ponen en práctica determinadas competencias para resolverlo, iniciando primero con un aprendizaje en un plano personal y después en la colectividad con los integrantes que conforman el grupo.

Aprendizaje basado en proyectos. Esta estrategia inicia con la exposición de un tema o problema, los estudiantes formulan las hipótesis y buscan la solución mediante una propuesta elaborada en equipo, de tal manera que se promueva en los estudiantes la comprensión, la valoración de una situación o problema, la toma de decisiones y la construcción de alternativas.

Los métodos implementados son estrategias de aprendizaje colaborativo de gran relevancia, motivan en los estudiantes en la búsqueda de soluciones a casos concretos y reales, involucrando el trabajo, esfuerzo y desarrollo de capacidades para resolver problemas de su propio contexto, mediante las herramientas virtuales como: presentaciones, videos, construcción conjunta en la pizarra, películas, juegos didácticos creados por los propios estudiantes.

Finalmente, como última característica se ubica al estudiante como responsable de su propio aprendizaje, este aspecto tiene una estrecha relación con el aprendizaje autónomo y es considerada según Martínez de La Cruz (2015) como una de las principales herramientas utilizadas en el aprendizaje colaborativo, permite emprender en los estudiantes la fuerza interna de autonomía e iniciativa para emprender y autodirigir su proceso de aprendizaje.

En este sentido, es importante resaltar que el aprendizaje colaborativo no solo se congrega en el proceso de aprendizaje, sino que impacta la subjetividad del estudiante y lo que se propone como futuro profesional de Trabajo Social, es así como es común encontrar en los testimonios manifestaciones de transformación que han operado en la vida de los estudiantes por su paso en la universidad, han permitido desarrollar habilidades interpersonales de pensamiento, colaboración, toma de decisiones y liderazgos, se sienten reconocidos por los demás compañeros, construyeron lazos de amistad, reconocen su compromiso con el entorno que los rodea, desarrollan una mayor conciencia social sintiéndose útiles y capacitados para aportar a la sociedad.

Conclusiones

El presente artículo de reflexión visibiliza lo que implica el trabajo colaborativo y cómo este se da en un contexto particular de formación profesional. El aprendizaje colaborativo es una de las características de la educación a distancia, su naturaleza pretende construir una forma conjunta de conocimiento que va más allá del trabajo en grupo, lo cual implica disposiciones institucionales, pedagógicas y personales que lo hagan posible como estrategia de enseñanza-aprendizaje.

El aprendizaje colaborativo es un reto y una posibilidad en la educación a distancia, muchas veces marcada por el aislamiento, el trabajo autónomo e individualizado, optar por lo colaborativo posibilita la construcción de comunidad educativa y de un ambiente de aprendizaje donde la corresponsabilidad, la participación, la solidaridad y el compromiso generan estrategias para el abordaje de los contenidos específicos del programa, y la construcción y significación de las experiencias que los estudiantes atraviesan en su proceso formativo. Como lo indican algunos estudiantes en las entrevistas y narrativas es la posibilidad de crecer con otros y de construir una familia afectiva.

La interacción se configura como un reto de la educación a distancia, lo cual desde el aprendizaje colaborativo ha logrado trascender barreras y sesgos, sin embargo, es necesario continuar apostando por el aprendizaje colaborativo desde la vinculación de plataformas de comunicación digitales, promover los diálogos colaborativos, reconocer experiencias previas del estudiante en su contexto y ponerlas en diálogo con el aprendizaje, reafirmar otras formas de construir conocimiento desde lo colectivo: semilleros, grupos de estudio, aprendizaje basado en problemas, resolución de conflictos, proyectos sociales.

Finalmente, y como se ha venido manifestando en el texto, el aprendizaje colaborativo no es una receta que se resuelve en conformar equipos de trabajo que desarrollan una tarea, implica compromiso de aprender y aportar en la construcción del conocimiento, además, un reto para su adecuado desarrollo, lo cual requiere además de colaboración y disciplina, organización del trabajo en grupo.

Conflicto de intereses

Las autoras declaran la inexistencia de conflicto de interés con institución o asociación comercial de cualquier índole.

Referencias

Correa Guisao, N. A., David Poso, L. A., García Quintero, C. V., & Toro Serna, A. J. (2021). La educación a distancia: características, desafíos y aprendizajes. Poiésis, (41), 65-79. https://doi.org/10.21501/16920945.4175

García Tamarit, C. (2014). Aprendizaje colaborativo en grupos virtuales [Tesis de Doctorado, Universidad de Oberta de Catalunya]. http://hdl.handle.net/10609/43923

González Cabanach, R. (1997). Concepciones y Enfoques de Aprendizaje. Revista de Psicodidactica, (4), 5-39. https://ojs.ehu.eus/index.php/psicodidactica/article/download/54/54

Juca Maldonado, F. X. (2016). La educación a distancia, una necesidad para la formación de los profesionales. Universidad y Sociedad, 8(1), 106-111. https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/312/309

Martínez de La Cruz, N. (2015). El trabajo en equipo como estrategia de aprendizaje en ambientes virtuales en E. I. Ruíz Aguirre, N. L. Martínez de la Cruz, & R. M. Galindo González, El Aprendizaje Colaborativo en Ambientes Virtuales (pp. 15-40). Cenid.

Real Academia de la Lengua Española. (2020). Diccionario de la lengua española [Edición del Tricentenario]. https://dle.rae.es/colaborar?m=form

Rodríguez Camargo, M. (2016). Análisis de la gestión educativa en educación a distancia con mediación virtual en educación superior en Colombia [Tesis Doctoral, Universidad de Granada]. http://hdl.handle.net/10481/45894

Notas de autores

Natalia Andrea Correa Guisao

Estudiante del noveno semestre del programa de Trabajo social modalidad distancia, Universidad Católica Luis Amigó, integrante del semillero de Educación social y sistematización de experiencias, Medellín-Colombia. Contacto: natalia.correagu@amigo.edu.co

Astrid Johana Toro Serna

Estudiante del noveno semestre del programa de Trabajo social modalidad distancia, de la Universidad Católica Luis Amigó, integrante del semillero de Educación social y sistematización de experiencias, Medellín-Colombia. Contacto: astrid.torose@amigo.edu.co


1 El presente artículo se construye en el marco del proyecto de investigación: “Educación en Trabajo Social a distancia, una reflexión sobre la experiencia del programa de Trabajo Social de la Universidad Católica Luis Amigó”, con la participación del semillero de investigación en Educación social y sistematización de experiencias como parte del equipo de investigación. El proyecto de investigación se ejecuta desde el año 2019 y finaliza en noviembre de 2020. Asesora: Janeth García Gallego, Trabajadora Social, Magíster en Educación, docente del programa de Trabajo Social modalidad distancia de la Universidad Católica Luis Amigó, coordinadora del semillero Educación social y sistematización de experiencias. Contacto: Janeth.garciaga@amigo.edu.co, ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0928-3276

* Estudiante del noveno semestre del programa de Trabajo social modalidad distancia, Universidad Católica Luis Amigó, integrante del semillero de Educación social y sistematización de experiencias, Medellín-Colombia. Contacto: natalia.correagu@amigo.edu.co

** Estudiante del noveno semestre del programa de Trabajo social modalidad distancia, de la Universidad Católica Luis Amigó, integrante del semillero de Educación social y sistematización de experiencias, Medellín-Colombia. Contacto: astrid.torose@amigo.edu.co