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Ruiz Pulgarín, Y. E. (2022). Presentación. Perseitas, 10, XII-XIX. DOI: https://doi.org/10.21501/23461780.4612

Presentación

DOI: https://doi.org/10.21501/23461780.4612

Yulieth Estefanía Ruiz Pulgarína

La crisis de las humanidades ocupa un lugar central en el debate intelectual contemporáneo. El porvenir de estas es incierto en un mundo en el que el aparato productivo deviene cada vez más totalizador e intenta permear todas las esferas humanas. Ni siquiera la cultura académica universitaria puede comprenderse al margen de este aparato, pues frecuentemente es condicionada por esquemas de valoración que se producen por fuera de la universidad y que están al servicio de intereses transnacionales (Santos Rego y Fernández-Ríos, 2016). Así, en una cultura académica fuertemente mediada por las lógicas del mercado, no es gratuito que el estudio de las humanidades parezca una ocupación anticuada y superflua, o inclusive una pérdida de tiempo (Giusti y Patrón, 2010). Es por estas razones que la pregunta por el futuro de las humanidades sigue siendo apremiante y debe estar anclada al presente (López Soria, 2010), pues nos invita a pensar detenidamente sobre los cambios que se avecinan.

Algunos discursos suelen otorgar a las humanidades una labor redentora. A veces se da por sentado, con demasiada confianza, que estas podrán resistir el vertiginoso ritmo que impone el mercado y el absolutismo de la razón instrumental. Lo que en ocasiones se olvida, sin embargo, es que las humanidades también han contribuido a la formación de diversos tipos de absolutismos, como nos recuerda Maldonado-Torres (2017), y que han sustentado imaginarios acerca de lo que significa ser humanos, racionales o ciudadanos, los cuales, en su pretensión de universalidad, han servido en diferentes contextos para instaurar jerarquías y para justificar prácticas de exclusión, violencia y desigualdad. Preguntarse por el rol de las humanidades en la sociedad actual y futura también implica comprender el papel que estas han tenido en la formación de los discursos y prácticas que las han llevado a su propio cuestionamiento, como señala Maldonado-Torres (2017). En lugar de asignar a las humanidades una labor redentora —lo que a veces puede ser solo autocomplacencia— es necesario reconocer que su potencia transformadora depende en gran medida de la crítica que estas ejerzan sobre sí mismas y de la apertura con que lo hagan. Nuestra época no demanda la búsqueda de valores supremos y absolutos; por el contrario, nos exige que las alteridades tomen la palabra (López Soria, 2010) y que establezcamos nuevos horizontes de comprensión. Es imperioso, por lo tanto, que el saber de las humanidades responda “a la diversidad cultural y lingüística que nos enriquece como comunidad histórica” (López Soria, 2010, p. 135).

La presentación de este nuevo volumen ha iniciado con este llamado a que nos preguntemos por las humanidades que queremos construir porque, como como revista dedicada a esta área del conocimiento, estas cuestiones nos interpelan profundamente acerca del tipo de revista de queremos ser y el propósito de nuestra labor editorial. Hoy, cuando las dinámicas de publicación también se actualizan a un ritmo vertiginoso y la lógica del índice de impacto, con sus virtudes y desventajas, tiende a ordenar las dinámicas de investigación y de publicación (Santos Rego y Fernández-Ríos, 2016), también resulta apremiante que nos preguntemos cómo podemos contribuir al presente y futuro de las humanidades. Esta es una pregunta que queda abierta y que seguirá acompañando nuestra labor; no obstante, consideramos que los trabajos que conforman esta entrega contribuyen de múltiples maneras a las discusiones contemporáneas, además de que nos permiten avanzar en nuestro objetivo de publicar y difundir tanto los estudios humanísticos que se fundamentan sobre una tradición —la propia de las respectivas disciplinas— como de los estudios emergentes que actualizan y proponen perspectivas novedosas y críticas frente a dicha tradición. En este volumen contamos con 20 artículos, 1 reseña y 2 cuentos en nuestro espacio literario. A continuación daremos más detalles sobre estos trabajos.

En la actualidad hay reflexiones que ponen bajo sospecha todas nuestras instituciones y las estructuras que en otras épocas parecían naturales. Se trata de discusiones que inmediatamente nos interpelan porque tienen que ver con la manera como habitamos el mundo y con la forma en que nos relacionamos con los otros y con lo otro. Encontramos en este volumen varios trabajos que enriquecen estas discusiones, empezando por nuestro editorial “El feminismo no es ‘antihombres’. A propósito de las denuncias y las luchas feministas”, un texto en el que la autora nos recuerda que no hay una sola forma del feminismo y en el que revisa críticamente uno de los prejuicios más comunes contra este movimiento, el cual se ha usado por mucho tiempo como una clara estrategia de deslegitimación contra este. El artículo “Violencia misógina, amor y patriarcado” también tiene un propósito esclarecedor: revisa de manera crítica el concepto de misoginia y establece su estrecha relación con el patriarcado para demostrar que este fenómeno, a veces reducido al ámbito psíquico, realmente se inscribe en el ámbito de lo moral y político. Por otra parte, el artículo “Outridades ambientais: contribuições ontológicas aos fundamentos da educação ambiental” también explora un tema que nos atañe, especialmente ahora que hemos empezado a ver los excesos de la época del Antropoceno. Alves Pereira propone el concepto de alteridad ambiental y nos muestra que hay diferentes otredades sin las cuales no es posible consolidar una educación ambiental efectiva, pues la vida futura depende de que reconozcamos que la existencia propia solo es posible en la medida en que hay muchos otros que, aunque están fuera de nosotros, nos constituyen de distintas maneras. A propósito de la educación, también contamos con el trabajo Riffo-Pavón y Lagos-Oróstica, “El ocultamiento del símbolo y la imaginación: repercusiones en el sistema educativo actual”, en el que se propone que la preeminencia de la actitud positivista, alimentada por la conjunción entre el mercado y la tecnociencia, ha permeado el sistema educativo y se ha vuelto normativa a tal punto que no solo ha puesto en crisis el saber de las humanidades, sino que, además, ha contribuido a que el ser humano viva cada vez más escindido y despojado de sus capacidades simbólicas e imaginativas. Pero la educación no es el único espacio conquistado por las lógicas del mercado. Cifuentes-Leiton analiza la cara oculta del teletrabajo, una nueva forma de laborar que promete mayores libertades al flexibilizar los esquemas tradicionales del trabajo, pero que, en realidad, desdibuja los límites entre la esfera pública y privada, conquista la intimidad, aísla a los individuos y los atrapa en una situación exacerbada de productividad. El desalentador panorama establecido por Cifuentes-Leiton nos lleva a preguntarnos cuál es el rol de las humanidades, particularmente de la filosofía, después de haber experimentado una situación límite como lo fue la pandemia, en la que se demostró lo frágil que puede ser la salud mental y la importancia de cultivarla. Escobar Vázquez y Saldarriaga Flórez nos recuerdan que no hay una sola forma de hacer filosofía y presentan la consultoría filosófica como una alternativa terapéutica en la que el diálogo con otros nos otorga la posibilidad de conocernos y transformarnos.

Por otro lado, nuestros lectores podrán encontrar en este volumen un amplio espectro de reflexiones que se inscriben en el campo de la teología. El volumen inicia con la reseña de la obra de Pamela E. Kinlaw, The Christ is Jesus: Metamorphosis, Possession and Johannine Christology (2006), en la que Hernández describe su contenido y analiza sus principales planteamientos, los debates que suscita y algunas de sus limitaciones. Dos artículos se interrogan directamente por el quehacer teológico en la actualidad. Sobre la base del pensamiento de Ignacio Ellacuría, Solano Pinzón y Garavito Villarreal abogan por una teología que articule el seguimiento de Jesús y la praxis histórica, que no se restrinja a la apropiación doctrinal o conceptual y que se comprometa con la realidad en la cual está inmerso el creyente. Los autores reivindican la categoría ellacuriana de la “inteligencia sentiente de la realidad” como criterio para orientar la “mirada creyente de la realidad”. Rúa Penagos y Toro-Jaramillo también reconocen que la teología se ha diversificado y que la realidad actual demanda reflexiones situadas en la realidad histórica; por ello, los autores se propusieron rastrear el sentido del primer artículo del contenido de la fe cristiana en las investigaciones teológicas recientes. Una de las conclusiones de este trabajo es que los estudios emergentes deben tender a investigaciones interreligiosas que amplíen la concepción del Dios cristiano y que respondan a las preguntas que hoy nos convocan.

Las sociedades contemporáneas demandan principios de justicia social como cimientos de los Estados democráticos. Molano Cortés sostiene que el cristianismo no está al margen de esta demanda y rastrea en los profetas del siglo VIII a. C. diversas aproximaciones al concepto de justicia social para constatar que en los textos bíblicos ya estaba presente esta cuestión. Por otra parte, Silva Nogueira y Ferreira de Lima proponen, con base en el humanismo de Abraham Heschel, que la búsqueda de la dignidad y el sentido de la vida humana no recae en una sola religión, sino que todas deben cooperar para constituir un yo ético que haga frente a los males que afligen al ser humano. Los autores presentan la “teología de la profundidad” en la que se sustenta la antropología de Heschel, la cual tiene como premisa que el reconocimiento de la sacralidad humana es la clave para superar la deshumanización gestada en la modernidad.

El artículo “La imagen de culto latinoamericana. Hacia una definición teológica” puede ser de gran interés para los Estudios Culturales Latinoamericanos. Aguirre demuestra la importancia que tiene una teología de la imagen para el contexto latinoamericano a través de un paralelo entre el surgimiento del culto a las imágenes en los pueblos mediterráneos del primer milenio y la aparición de la imagen de culto en América Latina. El proceso de evangelización de América es indisociable del poder sacramental que adquirieron las imágenes de culto, y por eso la experiencia de fe de la Iglesia latinoamericana gira en torno a imágenes de culto cuya naturaleza híbrida es sintetizada por el autor en tres binomios: hispana y amerindia, transitiva y reflexiva, sensible e inteligible.

En una interesante relación entre filosofía y teología, Porcel Moreno y Angulo Ordorika analizan la cristología del Evangelio de Juan a la luz de los conceptos de la fenomenología de la donación de Jean-Luc Marion para mostrar que, tanto por la vía fenomenológica como por la reflexión teológica de las primeras comunidades joánicas, Jesucristo aparece como una “paradoja de paradojas”, como la “manifestación visible del Dios invisible”. El carácter paradójico de Jesucristo como fenómeno saturado reside en que, aunque aparece, no puede ser objetivado, pues aparece justamente como no mentable, insoportable, absoluto e inmirable.

La literatura y el arte también tienen gran relevancia en esta entrega a través de rigurosas relaciones dialógicas e interdisciplinarias. López Arboleda, Dasuky Quiceno y García-Castro exploran El porvenir es largo (1992) de Althusser como un juicio público e íntimo cuyas transiciones y desarrollo coinciden con las transformaciones que experimenta el autor hasta llegar a una comprensión del amor como un don que se da y que se recibe. Las transiciones también tienen protagonismo en el trabajo de Paredes Peña a través del análisis de La neblina del ayer de Leonardo Padura, obra en la que la ficción deviene como alegoría del proceso histórico de Cuba y permite entrever las fantasmagorías que envuelven a la nación para confrontar dialécticamente el pasado y el presente de la isla con miras hacia el futuro. Juan Francisco Manrique, por otra parte, abre nuevas discusiones en torno a la obra de Kafka y de Camus. A la luz de la filosofía existencialista de este último, el austrohúngaro aparece aquí como un pensador del absurdo, no solo por su obra, sino también por su vida. Este artículo pone de manifiesto que la obra de ambos escritores aún tiene mucho por decirnos.

En lo que respecta al campo estético y artístico, Arango-Lopera muestra a través de un riguroso trabajo de revisión la manera como se ha transformado la relación entre la música y la filosofía. De acuerdo con el autor, esta última ya no es la única que tiene por objeto pensar lo musical; por el contrario, la preeminencia de ciertas tendencias racionalistas y formalistas dio la ocasión para la emergencia de nuevas formas de abordaje por parte de otras disciplinas, las cuales ampliaron el espectro de comprensión del fenómeno musical a partir de su relación con lo social. López Lugo nos presenta el caso de la cerámica Alzate, un amplio conjunto de piezas de alfarería que inicialmente fueron producidas por una familia con el fin de lucrarse económicamente emulando piezas precolombinas y que a lo largo de la historia ha recibido diferentes valoraciones: desde simples falsificaciones hasta piezas de valor cultural y patrimonial que reinterpretan el pasado prehispánico. El autor abre una interesante discusión acerca de los actores sociales que legitiman y categorizan los bienes de interés cultural. A través de la obra cinematográfica del director francés Jacques Tati, Arango Tobón explora de qué manera se conectan el desarrollo tecnológico y el consumo con la constitución de nuevas subjetividades. De acuerdo con el autor, la obra de Tati resulta muy sugerente para nuestro tiempo porque comprende bien que la manera como nos relacionamos con los objetos nos constituye, especialmente en un mundo en el que la técnica y la subjetividad es indisociable y en el que la publicidad potencia constantemente la sociedad del consumo. El cine también ocupa un lugar importante en el trabajo de Sánchez Marín, pero en el marco del análisis de los regímenes de la imagen propuestos por Deleuze, dentro de los cuales se encuentra el cine y pone de manifiesto que la ideología se despliega mejor allí donde la imagen ha sido refinada a través de la técnica. Pero lo que interesa realmente al autor es analizar, a la luz de la interpretación del pensamiento de Foucault por parte de Deleuze, el potencial crítico que tienen los conceptos de imagen, poder y resistencia para comprender, entre otras cosas, la manera como la ideología se impone a través de medios artísticos y configura determinados relatos de la realidad.

En la investigación histórica de Castro Arcos y de Ramos Rodríguez la ideología también es una cuestión central. Este trabajo pone de manifiesto que los países latinoamericanos no fueron ajenos a las tensiones de la Guerra Fría y que las facciones ideológicas que se consolidaron en el marco de estas tensiones contribuyeron a la polarización local de estos países. Los autores se centran particularmente en analizar los debates y posturas políticas que se suscitaron en Chile a raíz de la “Primavera de Praga” de agosto de 1968.

Finalmente, el artículo “Intersection of sets and inter-understanding between Portuguese and Spanish” presenta un método que será de gran novedad para nuestros lectores. Sobre la base de elementos fónicos y gráficos (letras), López-Astorga aplica el trabajo lógico-matemático de Giuseppe Peano a una cuestión del ámbito de la lingüística y utiliza la relación lógica de intersección entre conjuntos para comparar dos lenguas y predecir el porcentaje de intercomprensión entre estas.

Como ya es costumbre, cada año dedicamos algunas páginas de nuestra revista al espacio literario, que este año está compuesto por dos relatos cautivadores. En uno, la intimidad y la nostalgia los envolverá en un viaje por los recuerdos del narrador; en el otro, la maestría con la que se narra una insólita situación que se parece mucho a la realidad evocará el realismo mágico y su capacidad para alternar lo real con lo fantástico.

Por último, queremos expresar una profunda gratitud a todas las personas que hicieron posible la publicación de este nuevo volumen y a los lectores que acompañan cada entrega, pues dan sentido a nuestra labor editorial año tras año.

Sean bienvenidos a este nuevo volumen de Perseitas.

Referencias

Giusti, M., y Patrón, P. (2010). Introducción. En M. Giusti y P. Patrón (Eds.), El futuro de las humanidades, las humanidades del futuro (pp. 9-13). Fondo Editorial PUCP. https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/173092

López Soria, J. I. (2010). Las humanidades y la toma de la palabra por las diversidades. En M. Giusti y P. Patrón (Eds.), El futuro de las humanidades, las humanidades del futuro (pp. 129-135). Fondo Editorial PUCP. https://repositorio.pucp.edu.pe/index/handle/123456789/173092

Rodríguez Reyes, A. (2017). Entrevista a Nelson Maldonado-Torres: las humanidades y el giro decolonial en el siglo XXI. Analéctica, 3(21). https://doi.org/10.5281/zenodo.4021393

Santos Rego, M. A., y Fernández-Ríos, L. (2016). El factor de impacto y el futuro de las revistas académicas. El riesgo de patologización. Innovación Educativa, 16(72), 35-51. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-26732016000300035

Notas de autor

Yulieth Estefanía Ruiz Pulgarín

Magíster en Filosofía por la Universidad de Antioquia. Docente del programa de Filosofía en la Universidad Católica Luis Amigó, Medellín, Colombia. Pertenece al Grupo de Investigación Filosofía y Teología Crítica de esta universidad. ORCiD: https://orcid.org/0000-0002-8367-8911 Correo: yulieth.ruizpu@amigo.edu.co