EDITORIAL

A PROPÓSITO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA

Juan José Martí-Noguera*, Isabel Cristina Puerta-Lopera**a, Piedad Rojas-Román***b

a Universidad Católica Luis Amigó, Colombia

b Estrategia y Organización, S. A. (EOSA), España

Forma de citar este artículo en APA:

Martí-Noguera, J. J., Puerta-Lopera, I. C. y Rojas-Román, P. (julio-diciembre, 2017). A propósito de la Responsabilidad Social Universitaria [Editorial]. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 8(2), pp. 294-301. DOI: http://dx.doi.org/10.21501/22161201.2291

Llegado el punto de una cuarta revolución industrial según el reciente informe del World Economic Forum (2016), desde las instituciones de Educación Superior (IES) se hace urgente una reflexión pausada sobre el rol y el impacto de la Educación Superior en la sociedad contemporánea de cara a la evolución de su sistema social y económico. Dicho análisis ha de contemplar aspectos sustanciales como la pertinencia y calidad de la oferta formativa, los métodos de enseñanza-aprendizaje, la relevancia social de la investigación y su transferencia, los esquemas de financiación con que se cuenta en clave de satisfacer necesidades y expectativas de sus grupos de interés, así como de la sociedad en su conjunto.

En coincidencia con la necesidad de repensar la formación concurre otra circunstancia; la máxima que dio título al informe UNESCO liderado por Jacques Delors (1996), L’Education. Un trésor est caché dedans (La educación encierra un tesoro) ha devenido en el enigma de cómo se accede a dicho tesoro tras progresivos cambios en la financiación del sistema educativo (Brunner y Miranda, 2016), dado que gran parte de los estudiantes –sobre todo en América Latina, donde el sistema de IES privadas es de mayor tamaño que el público– deben pagar esa formación –que no se sabe si les genere trabajo– a cuotas y por largos años (Martí Noguera, Martí-Vilar, Vargas Villamizar y Moncayo Quevedo, 2014). En ese escenario las IES, desde una perspectiva normativista, cumplen su rol en la responsabilidad de brindar servicios educativos, desarrollar investigaciones que compiten para ser publicadas en revistas indexadas y actividades de extensión y vinculación con la sociedad, satisfaciendo los indicadores que les marca el Ministerio para su acreditación sin realizar un trabajo de mayor calado sobre el impacto de sus misiones en la sociedad por medio de investigaciones longitudinales y transversales entre áreas de conocimiento.

En el hasta ahora vigente modelo socio-económico, las empresas como generadoras de empleo en algunos países han venido siendo las dinamizadoras y garantes de lo que fue la sociedad del bienestar, mientras que en otros han sido propulsoras de desarrollo, generando empleo cualificado. En este sistema se planteó la exigencia de una responsabilidad social empresarial (RSE) más allá de lo marcado por la ley, para que no solamente tuvieran en cuenta su impacto en términos de ocupación laboral como único aporte a la sociedad. En la pretendida innovadora sociedad del conocimiento, la responsabilidad social de las universidades (RSU) pudiera ser que deba significar más que el cumplimiento de la norma. Al respecto, Martí Noguera (2011) refiere que “la responsabilidad social aplicada a la institución universitaria, conlleva la adopción e incorporación en su funcionamiento, y por ende a sus labores formadoras e investigadoras, de la reflexión sobre las personas que la integran” (p. 61), y que ellas, en el ejercicio de sus funciones, tengan relevancia en la sociedad; con lo cual a modo comparativo con la RSE, no solamente debería darse en las IES satisfacción por el deber cumplido al egresar estudiantes y competir por posicionamiento en rankings académicos, sino por aportar al desarrollo local mediante la apropiación del conocimiento generado.

Esta disquisición viene dada porque en las IES el cumplimiento de sus misiones presenta algunos claroscuros. En el caso de la formación, no es frecuente en el espacio iberoamericano disponer de información que permita analizar si existe una preocupación o responsabilidad por formar con sentido de acceso al mundo laboral. A modo de ejemplo de reflexión, el índice de desempleo en el año 2015 en españoles con titulación universitaria (Instituto Nacional de Estadística [INE], 2017) fue alrededor de 13%, de un promedio de 35,1% de población con estudios superiores (INE, 2014). Si bien las cifras hay que someterlas a diferentes consideraciones, podría parecer que casi la mitad de personas con estudios superiores se encontraban sin empleo. En este aspecto, un estudio de Yamada (2015) capta la atención en que si bien los países para su desarrollo requieren de titulados superiores, el análisis de diferentes contextos demuestra que el aumento de profesionales sin una planificación conlleva sobrecualificación y desempleo. Considera Yamada que con los datos y comparaciones que se disponen, esta situación pudiera ser regulada gubernamentalmente con los pros y contras que ello pueda implicar en el constante dilema entre aumentar cobertura y calidad, aunque también confronta a las universidades a saber si son conscientes del resultado de su labor. En España (Parellada, 2015) y Colombia (DANE, 2016), por ejemplo, el aumento en acceso a la Educación Superior viene generando desajustes con el mercado laboral que se traducen en desempleo o acceso a trabajos que no requerían dicho nivel formativo, sin que por el momento no se hayan adoptado mayores medidas que un aumento de tasas para optimizar la financiación y el desempeño.

En el caso de la investigación, siguiendo con el ejemplo de España, en los estudios de doctorado resulta llamativo que del total de tesis doctorales defendidas con éxito en 2014 –11.316–, un 86,9% obtuvieron cum laude (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2014), sin que ello implique que la supuesta calidad de las tesis garantice en modo alguno continuidad en la trayectoria de investigación o un aporte al país más allá de un mayor número de doctores que con frecuencia emigran a América Latina en una lógica de demanda de mercado y excedentes de producción. La responsabilidad de formar descuidó la responsabilidad del para qué se formaba y cuántos recursos se han destinado a dicha formación.

En el marco de esta confrontación entre atenerse a lo marcado por la legislación y la responsabilidad social, la propia empleabilidad académica presenta cuestiones desconcertantes al profundizar en las condiciones laborales del profesorado. Resulta preocupante que al buscar información sobre los salarios que perciben docentes a tiempo completo o por hora cátedra en IES privadas no es sencillo encontrar cifras o estudios, con lo que o están muy bien ocultos o no hay cifras transparentes sobre la “prestación de servicios” en la Educación Superior. Aunque esta situación no es ajena a las universidades públicas, puesto que la contratación bajo la figura de hora cátedra o profesor asociado está creciendo sin límites, al tiempo que los salarios de rectores se sitúan a la altura de los denominados Chief Executive Officer (CEO) empresariales, quienes ajustan gasto y procuran aumento de beneficio para sus organizaciones (Hinckley, 2015).

¿En qué momento…?

Vargas-Llosa (1969), en su novela Conversación en la catedral, pregunta por boca del personaje Zavalita: “¿en qué momento se jodió Perú?” (p. 2). El sentido de la pregunta puede aplicarse a la universidad. Como institución es producto de las circunstancias históricas, por lo cual exceptuando voces de miembros de la comunidad universitaria anquilosados en un pasado que recuerda al alejamiento monástico de los problemas del mundo, pensando en el pensar, no es de extrañar la deriva que experimentan las IES ante un cambio en la concepción de la investigación como referente de conocimiento pasado, presente y futuro, para devenir en una herramienta al servicio del engranaje socio-económico predominante en la que se cuantifica el costo/beneficio inmediato. La universidad, al contrario de lo que pregona la UNESCO, no egresa ciudadanía responsable, más bien produce profesionales con competencias para servir a un sistema dominado por valores de compra-venta y leyes de oferta-demanda; y curiosamente la principal fuente de ingresos de las IES no proviene de quienes sacan rendimiento de los profesionales formados, sino de las matrículas que paga el alumnado (Barro, 2015) –sobre todo en las instituciones privadas y progresivamente en las públicas– en un paradójico mecanismo en el cual el esclavo paga para ser esclavizado, siguiendo la tendencia de endeudarse en un círculo de opresión.

Las señales de alarma ante la deriva de la Educación Superior no son recientes, por citar algún referente Lyotard (1986) ya alarmaba acerca del rumbo que adoptaba la transmisión de conocimiento, y Meller (2004) de la mercantilización de la Educación Superior. No obstante, como dice un personaje de la novela Ensayo sobre la ceguera: “creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven” (Saramago, 1995, p. 438) y las personas involucradas en las IES y la sociedad en general continuamos haciendo caso omiso de las múltiples advertencias. Ante el panorama descrito en torno al conocimiento y las IES, en las que debería albergarse el formar con criterio y pensamiento crítico para asumir los retos sociales en diferentes entornos, la responsabilidad básica puede ser adoptar la actitud científica de Guillermo de Baskerville en Il nome della rosa (El nombre de la rosa) (Eco, 1980): haciendo uso de metodología e intuición para llegar a un punto de comprender qué podemos esperar del sistema de Educación Superior y esa reflexión pendiente de para qué lo quiere la sociedad actual –igualmente corresponsable en el devenir de las universidades–.

A propósito

En Iberoamérica la RSU se viene trabajando desde diferentes perspectivas en un amplio espectro de acciones y concepciones (Aldeanueva Fernández et al., 2015). En este artículo se considera, a tenor de la revisión de literatura, que la RSU se comprende desde dos enfoques complementarios, una perspectiva que aborda el análisis de la gestión de las IES como organizaciones, que se vincula con características de la RSE a fin de no quedarse en el mero cumplimiento de un marco legal difuso y una autonomía a veces malentendida y aprovechada (Bermejo Barrera, 2009); y otra mirada centrada en el resultado del desarrollo de sus funciones, que incidiría en la transformación social mediante el ejercicio de sus misiones sustantivas, tanto desde un punto de vista inmaterial como promotoras de pensamiento, así como tangible en forma de una ciudadanía competente en sus áreas de conocimiento y responsable, con inquietud hacia el aporte que pueden realizar en el mundo.

En este sentido, una eficiente gestión en las IES exige generar conocimiento y personas que lo sepan utilizar, en vez de deberse a algo tan abstracto como generar egresados para el “mercado laboral”. Desde una perspectiva de RSU los directivos de universidades, además de dedicarse a cumplir sus objetivos internos, han de relacionarse con sus grupos de interés (Gaete Quezada, 2015); debe darse un diálogo entre la sociedad y las IES a las cuales exigir un compromiso de reinventarse para brindar desde la formación e investigación los conocimientos necesarios para una generación que afronta los retos propios de un cambio de modelo social en la aludida cuarta revolución industrial. Es preciso reaccionar para aportar un valor agregado que permita atender el desarrollo profesional en un entorno cambiante, con plazos muy cortos para contribuir al bien común inclusivo y sostenible.

La comparativa de gestión de la RSE con la RSU no resulta gratuita, algunas prácticas que se critican en la empresa acontecen en las IES, por ello es obligado ahondar en la transparencia y no caer, entre otros ejemplos expuestos, en el fomento de la inequidad mediante contrataciones por tiempo limitado mientras de modo paralelo se aumenta el salario de directivos. Dado que la principal vía de financiación tiene su base en matrículas, procede que los egresados dispongan de un conocimiento que mediante investigación y relaciones con grupos de interés les orienten a entender qué aprender para ocupar posiciones como agentes sociales, y no ser víctimas de un sistema que les ofrece generar ingresos mínimos para cubrir los créditos bancarios que les posibilitaron acceder a la titulación.

En las IES está la potestad de formar a empresarios, a formadores, a gestores… a toda persona que por norma del sistema requiere de una titulación para ejercer posiciones de máxima relevancia en la sociedad; si la Educación Superior se limita solamente a conseguir un título para encontrar trabajo, pueden encenderse las alarmas cuando por ejemplo estudios realizados en empresarios resaltan que el perfil de egresado no corresponde con sus necesidades (“College vs. Business Training…”, 2016). Al respecto, la RSU esperada de un centro de conocimiento aplicará al contexto la inteligencia estratégica, que se presupone brinda la investigación interdisciplinar y el trabajo con grupos de interés, hacia el entorno para analizar escenarios posibles en los que pueda fortalecer a la sociedad desde los aprendizajes. Deben formar a quienes habrán de afrontar retos viejos y nuevos conforme las tecnologías abren los escenarios que predijeron películas futuristas en su momento. La RSU debe conllevar una revolución en la cual, como se ha comentado, las tesis doctorales cum laude no se deban a la práctica de favores entre docentes, y seguramente implica deshacer unas estructuras de poderes en universidades públicas donde los privilegios conviven con un alejamiento entre los intereses personales y las necesidades del momento actual; en donde no se siente vergüenza moral de no reconocer que debe fallar algo cuando la formación que se da por aprendizajes de repetición no aporta herramientas al alumnado ni soluciones a la sociedad; y en las que impartiéndose maestrías en gestión administrativa (conocidas como MBA) se dan prácticas que atentan a la sostenibilidad de la organización.

La afirmación de que el rumbo actual de las IES las puede llevar a su desaparición tal y como las conocemos hoy en día, se ve ya reflejada en un documento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Miller, 2003), en el cual se presentaron ocho escenarios sobre el futuro de la educación. La RSU requiere partir de un esfuerzo por investigar y desarrollar qué entender por universidad en el siglo XXI, en conjunto con la ciudadanía, bien sea agrupada en naciones, corporaciones u otro tipo de organizaciones, a medida que la comprensión de las relaciones humanas socioeconómicas adquiere nuevas denominaciones como la economía colaborativa y circular. Las personas que conforman las IES deben clarificar si ser guías para la sociedad o ser una parte más del sistema productivo-destructivo –caracterizado por haber conseguido alargar la esperanza de vida humana, al tiempo de acabar con las esperanzas de un futuro mejor– en un mercado de compra-venta en el que serán absorbidas por otro sistema más eficiente de formación en competencias mediante audiovisuales; entorno en el que la investigación será parte de un sistema basado en resultados económicos.

La Educación Superior ha devenido en un servicio de mercado que para muchos países supone la única posibilidad de movilidad social –viéndose sometida a situaciones como las que causaron la crisis financiera mundial con base en un sistema financiero especulativo sobre las hipotecas–, pues con la formación académica se da un proceso de especulación en el cual la persona paga un mayor coste de aranceles por confiar en un mayor retorno en forma de trabajo bien remunerado, cuando ya no es así. La RSU es actualmente un caleidoscopio en construcción y puede, o debiera, evolucionar a ser la reflexión-acción que ponga las bases de la sociedad inmersa en su cuarta revolución industrial que está dando preocupantes síntomas como la progresiva automatización de trabajos por parte de robots y programas. Este escenario debería generar una incertidumbre que bien podría solucionarse si en vez de optimizar cuentas y balances, la investigación se orientara a procurar un concepto llamado bien común sobre el cual dialogar y acometer los retos del desarrollo humano; de lo contrario, las IES serán en parte responsables de un futuro en el que como apunta Guzmán (2017), la sociedad será subsidiada por una renta universal y se devendrá en consumidores de productos gestionados por máquinas. El aporte de la Educación Superior a la sociedad ha sido durante medio siglo espectacular, la pregunta es ¿cómo debe adaptarse al entorno actual? Y la respuesta debe venir corresponsablemente con la sociedad que le da sentido y que debe participar en los cambios que es necesario acometer como institución.

“Los autores declaran la inexistencia de conflicto de interés con institución o asociación comercial de cualquier índole”

Referencias

Aldeanueva Fernández, I. et al. (2015). Experiencias iberoamericanas en responsabilidad social universitaria. Medellín: Fondo Editorial Luis Amigó. Recuperado de http://www.funlam.edu.co/uploads/fondoeditorial/ebook/2015/books_gratis-Experiencias-iberoamericanas-en-responsabilidad.pdf

Barro, S. (Coord.). (2015). La transferencia de I+D, la innovación y el emprendimiento en las universidades. Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2015. Chile: Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA). Recuperado de https://www.redemprendia.org/sites/default/files/descargas/informeTransferenciaI%2BD2015.pdf

Bermejo Barrera, J. C. (2009). La fábrica de la ignorancia. La universidad del “como si”. Madrid: Foca.

Brunner, J. J. y Miranda, D. A. (Eds.). (2016). Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2016. Chile: Centro Interuniversitario de Desarrollo–CINDA. Recuperado de https://goo.gl/ZLKetl

College vs. Business Training: What Do Employers Want? (February 11, 2016). Knowledge@Wharton. Retrieved from http://knowledge.wharton.upenn.edu/article/college-vs-business-training-what-do-employers-want/

Delors, J. et al. (1996). L’Education. Un trésor est caché dedans. Paris: UNESCO. Récupéré de http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001159/115930f.pdf

DANE. (2016). Mercado laboral. Recuperado de http://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral

Eco, U. (1980). Il nome della rosa. Milano: Bompiani.

Gaete Quezada, R. A. (enero-junio, 2015). El concepto de responsabilidad social universitaria desde la perspectiva de la alta dirección. Cuadernos de Administración, 31(53), 97-107. Recuperado de http://cuadernosdeadministracion.univalle.edu.co/index.php/cuadernosadmin/article/view/3088/3396

Guzmán, J. A. (13 de febrero, 2017). Estudio prevé que el 50% de los trabajadores chilenos será reemplazado por máquinas. Centro de Investigación Periodística. Recuperado de http://ciperchile.cl/2017/02/13/estudio-preve-que-el-50-de-los-trabajadores-chilenos-sera-reemplazado-por-maquinas/

Hinckley, S. (December 8, 2015). While university presidents earn millions, many professors struggle. The Christian Science Monitor. Retrieved from http://www.csmonitor.com/USA/Education/2015/1208/While-university-presidents-earn-millions-many-professors-struggle

Instituto Nacional de Estadística (INE). (2014). Educación. Recuperado de http://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=12726

Instituto Nacional de Estadística (INE). (2017). Empleo. Recuperado de http://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=11181

Lyotard, J. F. (1986). The Postmodern Condition. A Report on Knowledge. Manchester: Manchester University.

Martí Noguera, J. J. (2011). Responsabilidad social universitaria: estudio acerca de los comportamientos, los valores y la empatía en estudiantes de universidades iberoamericanas (Tesis doctoral). Universidad de Valencia, Valencia.

Martí Noguera, J. J., Martí-Vilar, M., Vargas Villamizar, Ó. H. y Moncayo Quevedo, J. E. (octubre-diciembre, 2014). Reflexión sobre los discursos en Educación Superior desde la psicología social crítica. Revista de Educación Superior, 43(172), 33-55. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.resu.2015.03.008

Meller, P. (2004). La universidad y el mercado. Santiago de Chile: Universidad de Chile. Recuperado de http://firgoa.usc.es/drupal/files/universidad_0.pdf

Miller, R. (2003). The Future of the Tertiary Education Sector: Scenarios for a Learning Society. Prepared for the OECD/Japanese Seminar on the Future of Universities, December 11th-12th, 2003, Tokio. Retrieved from http://www.mext.go.jp/a_menu/kokusai/forum/04022701/004/001.pdf

Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. (2014). Estadística de Tesis Doctorales. Año 2014. Recuperado de https://goo.gl/kBAopw

Parellada, M. (2015). Informe CYD 2015. La contribución de las universidades españolas al desarrollo. Barcelona: Fundación Conocimiento y Desarrollo.

Saramago, J. (1995). Ensayo sobre la ceguera. Madrid: Santillana.

Vargas-Llosa, M. (1969). Conversación en la catedral. Barcelona: Seix Barral.

World Economic Forum – WEF. (2016). The Future of Jobs Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution. Global challenge inside report. Geneva: WEF. Retrieved from http://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs.pdf

Yamada, G. A. (2015). The Boom in University Graduates and the Risk of Underemployment. IZA World of Labor, (165). DOI: http://dx.doi.org/10.15185/izawol.165

EDITORIAL

ABOUT THE SOCIAL RESPONSABILITY OF UNIVERSITIES

Juan José Martí-Noguera*, Isabel Cristina Puerta-Lopera**a, Piedad Rojas-Román***b

a Luis Amigó Catholic University, Colombia

b Strategy and Organization, S. A. (EOSA), Spain

APA citation of this article:

Martí-Noguera, J. J., Puerta-Lopera, I. C., & Rojas-Román, P. (July-December, 2017). About the Social Responsibility of Universities [Editorial]. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 8(2), pp. 302-309. DOI: http://dx.doi.org/10.21501/22161201.2291

Given the arrival of the fourth industrial revolution, according to a recent report by the World Economic Forum (2016); it becomes urgent to, from the universities, thoroughly reflect upon the role and impact of Higher Education in the contemporary society, regarding the evolution of its social and economic systems. Such an analysis must face critical aspects as the pertinence and quality of the educational offer, the teaching and learning methods, the social relevance of research and its transference, the funding systems available to satisfy the needs and expectations of the interest groups, as well as those of society as a whole.

Concurring with the need to re-think education, another circumstance arises; the key principle that gave its title to the UNESCO report lead by Jacques Delors (1996), L’Education. Un trésor est caché dedans (Learning: the treasure within) has produced the question on how to access that treasure after the progressive changes in the funding of the educational system (Brunner and Miranda, 2016); given the fact that most of the students –specially in Latin America, where the private Higher Education system is bigger than the public one– must finance that education –with the uncertainty of it leading to them getting a job– through monthly payments and for many years (Martí Noguera, Martí-Vilar, Vargas Villamizar y Moncayo Quevedo, 2014). In this scenario, from a normative perspective, the universities fulfill their part in the responsibility of providing educational services, developing research studies adequate for publishing in indexed journals and extension and outreach activities; that way, they satisfy the indicators established by the Ministry for their certification, without going further into the impact of their missions in society through expansive and cross-disciplinary research studies.

In the current socio-economical model; in some countries, the companies, as employment providers, have become the motivator and guarantor of the former welfare society, while in others they have become development promoters by generating qualified employment. In this system, the need for Corporate Social Responsibility (CSR) beyond what is established by law was suggested, so that they do not consider the impact as job providers as their sole contribution to society. In the claimed innovative society of knowledge, the universities’ social development might well mean going further than just abiding by the law. Reffering to that, Martí Noguera (2011) says “la responsabilidad social aplicada a la institución universitaria, conlleva la adopción e incorporación en su funcionamiento, y por ende a sus labores formadoras e investigadoras, de la reflexión sobre las personas que la integran1 (p. 61), and that they, as they perform their jobs, have the due relevance in society. If this is compared to the CSR, it leads to say that the universities should not settle on graduating students and competing over international academic rankings, but aim at contributing to the local knowledge through the appropriation of the generated knowledge.

This disquisition arises as the Higher education institutions, in fulfilling with their missions, generate some shades of gray. In the case of the education, it is not frequent in Ibero-America to have available information allowing to analyze if there is a concern or a responsibility about educating with a perspective of access to the job market. As a reflective example, the unemployment rate in 2015 of Spanish with a college degree (Instituto Nacional de Estadística [INE], 2017) was of about 13% from a 35,1% average of population with Higher Education (INE, 2014).

Even if data should be considered from different perspectives, it could seem that almost half the population with Higher Education is unemployed. In this aspect, a study by Yamada (2015) highlights that, even if the countries need people with degrees for their development, the analysis of different contexts demonstrates that the increase in the number of professionals without planning leads to unemployment and overqualification. Yamada thinks that with the available data and comparisons, this situation could be regulated by the government, with all the pro and cons this can imply in the constant dilemma of increasing coverage and quality. It also confronts the universities into knowing if they are aware of the results of their job. In Spain (Parellada, 2015) and Colombia (DANE, 2016), for example, the increase in the access to Higher Education has generated incompatibilities with the job market that translate in unemployment or access to jobs that did not require that level of studies; so far, no major measures have been taken, other than the increase in fees to optimize financing and performance.

In the case of research, following with the example of Spain; it is interesting that, in the Doctorate studies, from the total of doctoral dissertations defended successfully in 2014 –11.316–, 86,9% got cum laude (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2014), not meaning that the given quality of those dissertations guarantees in any way the continuity of the research trajectory or a contribution to the country, beyond increasing the number of doctors who usually emigrate to Latin America with a market demand and production excess logic. The responsibility of educating neglected the responsibility of why educating and how much of the resources have been destined to that education.

In the scenario of this confrontation between limiting to the legislation demands and the social responsibility, the academic employability itself presents shocking questions when analyzing in depth the working conditions of teachers. It is concerning that the data regarding the salaries earned by full time or adjunct professors in private Higher Education institutions is not easy to find, which can mean they are very well hidden or that the figures corresponding to the teaching services in Higher Education are not transparent. However, this situation does not leave public institutions untouched, as the contracts for adjunct professors or associate professors are fastly growing, at the same time that the salaries of university presidents are at the same level to those of corporate CEOs, who are in charge of adjusting expenses and aiming at the increase of the organization’s profit (Hinckley, 2015).

¿When…?

In his novel, Conversación en la catedral, Vargas-Llosa (1969) asks through Zavalita: “¿en qué momento se jodió Perú?”2 (p. 2). The sense of the question can be applied to the university. As an institution, it is the product of the historic circumstances; that’s why, except for some voices of members of the university community tied to a past that reminds the monastic seclusion from the problems of the world, thinking about thinking, it is not surprising hoy lost the Higher Education institutions feel facing the change in the way research is conceived from a reference of past, present and future knowledge to a tool in the ruling socioeconomic machine in which the immediate cost/benefit is quantified. The University, contrary to what UNESCO preaches, does not graduate responsible citizens, it rather produces professionals with competences to serve a system which is dominated by purchase and sale values and offer-demand laws. Curiously, their main financing source is not the ones profiting from the educated professionals, but the tuition money paid by the students (Barro, 2015) –specially in private institutions and progressively in the public ones– in a paradoxical mechanism in which the slave pays to be enslaved, following the tendency to get in debt in a circle of oppression.

The warning signs about Higher Education being adrift are not recent, just to name one of the references, Lyotard (1986) had already warned about the path the knowledge transmission was taking, and Meller (2004) about the commercialization of Higher Education. However, as one of the characters from the novel Ensayo sobre la ceguera says: “creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven” (Saramago, 1995, p. 438)3 and the people involved in the Higher Education institutions and the society in general, continue to ignore the numerous warnings. Given this scenario around knowledge and the Higher Education institutions, where educating with judgement and critical thinking to take on the social challenges in different environments should be held, the basic responsibility can be to adopt Il nome della rosa’s Guillermo de Baskerville scientific attitude (Eco, 1980): using methodologies and intuition to get to a point of understanding what we can expect from the Higher Education system and the pending reflection towards what the current society wants –equally responsible of the progression of universities-.

Regarding...

In Ibero-America, the USR has been studied from different perspectives in an ample spectrum of actions and definitions (Aldeanueva Fernández et al., 2015). For this article, according to the literature, the USR is understood from two complementary approaches; a perspective that addresses the analysis of the management of Higher Education institutions as organizations, which is connected to the features of the CSR to not to limit to fulfilling a blurry legal framework and a sometimes misunderstood and misapplied autonomy (Bermejo Barrera, 2009); and another one focused on the result of the development of its functions, that would affect the social transformation through the exercise of its core functions, both from an immaterial point of view as promoters of thought, as from a tangible one in the way of responsible citizenship, competent in the content areas and caring about their contribution to the world.

In this sense, efficient management in the Higher Education institutions demands to generate knowledge and people who know how to use it, instead of aiming at something as abstract as to generate professionals for the “job market”. From a USR perspective, the administrators in the universities, as well as devoting to the internal objectives, should relate to their interest groups (Gaete Quezada, 2015); there should be a dialogue between the society and the universities, demanding to the latest a commitment to reinvent themselves to give, from the education and research, the necessary knowledge for a generation that faces the corresponding challenges of a change of social model in the so-called fourth industrial revolution. It is necessary to react to add value to be able to face the professional development in a changing environment, with a very short time range to contribute to the inclusive and sustainable greater good.

The comparison between the performance of the CSR with the USR is not accidental, some of the practices that are criticized in the companies, actually happen in the universities; that is why it is necessary to work harder on the transparency and not to fall, among other examples presented here, in the increase of inequality through short term hiring, while the salaries of the administrators are raised. Given that the main funding system is tuition money, it is critical that the alumni have the knowledge on how, through research and relationships with interest groups, to understand what to learn to get to social agent positions, victims of a system that offers them to generate minimal salaries to cover the bank credits that allowed them to get their title.

Universities have the chance of educating businessmen, educators, consultants… every kind of person that because of the system requires a title to achieve positions of maximal relevance in society; if Higher Education is limited to getting a title to then get a job, the warning signs can be set off when, for example, studies developed by businessmen highlight that the graduation profile does not correspond to their needs (“College vs. Business Training…”, 2016).

Regarding that aspect, the USR expected from a knowledge center would be that to apply to the context the strategic intelligence, that is supposed to come from interdisciplinary research and the work with interest groups, towards the environment, to analyze the possible scenarios un which the society can be strengthened from learning. They should educate those who would face old and new challenges as technologies open the scenarios that even movies predicted earlier. The USR must lead to a revolution in which, as it has been commented; the cum laude doctoral dissertations are not generated through chains of favors among professors, and certainly implies to tear down the power structures in public universities, where the privileges lie between a distance from personal interests and the needs of the current moment; where there is no moral shame on recognizing that something is missing when the education that is achieved learning by heart does not provide the tools for the students or the solutions to society; and in which holding MBA programs leads to practices that affect the sustainability of the organizations.

The ideas about the current path of Higher Education institutions and how that can lead to their disappearance as we know them today, is already reflected in a document by the Organisation for Economic Co-operation and Development (Miller, 2003), in which eight scenarios for the future of education were presented. The USR requires to start from an effort to research and develop what to understand as university in the 21st century; together with the citizens put together into nations, corporations or any type of organizations, while the understanding of socio-economical human relations acquire new names as collaborative or circular economy. The people who belong to the Higher Education institutions should clarify if they would become leaders for society or be one more part in the productive-destructive system –characterized by achieving an increase in the human life expectancy, at the same time that they destroy the hope for a better future- in a buy/sale market in which they would be absorbed by a more efficient system of education in competences through audiovisual material and in which research would be part of a system based on economic results.

Higher education has become a market service that for many countries represents the only possibility of social mobility –being subjected to situations as the ones that caused the world financial crisis based on a speculative market on mortgages-, as with the academic education a speculation process appears, in which the person pays a higher amount of taxes for believing in a higher return on investment through a well-paid job, when it is no longer like that. USR is currently a kaleidoscope being built and can, or should, evolve to be the reflection-action that sets the bases for the society immerse in its fourth industrial revolution; that is already suggested by worrying symptoms as the automatization of jobs by robots and software. This scenario might generate a level of uncertainty that could well be solved if instead of optimizing accounts and balances, the research activity were oriented to achieve a concept of greater good to converse about and to face the challenges of human development; on the contrary, the Higher Education institutions would be partly responsible for a future in which, in the words Guzmán (2017), the society would be supported by a universal rent and would become consumers of products developed by machines. The contribution of Higher Education to the society has been spectacular for half a century, the question is, how should it adapt to the current environment? And the answer must come co-responsibly with the society that gives it sense, and that should participate in the changes that need to be faced as an institution.

“The authors declare the inexistence of a conflict of interests with any commercial institution or association”

References

Aldeanueva Fernández, I. et al. (2015). Experiencias iberoamericanas en responsabilidad social universitaria. Medellín: Fondo Editorial Luis Amigó. Recuperado de http://www.funlam.edu.co/uploads/fondoeditorial/ebook/2015/books_gratis-Experiencias-iberoamericanas-en-responsabilidad.pdf

Barro, S. (Coord.). (2015). La transferencia de I+D, la innovación y el emprendimiento en las universidades. Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2015. Chile: Centro Interuniversitario de Desarrollo (CINDA). Recuperado de https://www.redemprendia.org/sites/default/files/descargas/informeTransferenciaI%2BD2015.pdf

Bermejo Barrera, J. C. (2009). La fábrica de la ignorancia. La universidad del “como si”. Madrid: Foca.

Brunner, J. J. y Miranda, D. A. (Eds.). (2016). Educación Superior en Iberoamérica. Informe 2016. Chile: Centro Interuniversitario de Desarrollo–CINDA. Recuperado de https://goo.gl/ZLKetl

College vs. Business Training: What Do Employers Want? (February 11, 2016). Knowledge@Wharton. Retrieved from http://knowledge.wharton.upenn.edu/article/college-vs-business-training-what-do-employers-want/

Delors, J. et al. (1996). L’Education. Un trésor est caché dedans. Paris: UNESCO. Récupéré de http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001159/115930f.pdf

DANE. (2016). Mercado laboral. Recuperado de http://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral

Eco, U. (1980). Il nome della rosa. Milano: Bompiani.

Gaete Quezada, R. A. (enero-junio, 2015). El concepto de responsabilidad social universitaria desde la perspectiva de la alta dirección. Cuadernos de Administración, 31(53), 97-107. Recuperado de http://cuadernosdeadministracion.univalle.edu.co/index.php/cuadernosadmin/article/view/3088/3396

Guzmán, J. A. (13 de febrero, 2017). Estudio prevé que el 50% de los trabajadores chilenos será reemplazado por máquinas. Centro de Investigación Periodística. Recuperado de http://ciperchile.cl/2017/02/13/estudio-preve-que-el-50-de-los-trabajadores-chilenos-sera-reemplazado-por-maquinas/

Hinckley, S. (December 8, 2015). While university presidents earn millions, many professors struggle. The Christian Science Monitor. Retrieved from http://www.csmonitor.com/USA/Education/2015/1208/While-university-presidents-earn-millions-many-professors-struggle

Instituto Nacional de Estadística (INE). (2014). Educación. Recuperado de http://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=12726

Instituto Nacional de Estadística (INE). (2017). Empleo. Recuperado de http://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=11181

Lyotard, J. F. (1986). The Postmodern Condition. A Report on Knowledge. Manchester: Manchester University.

Martí Noguera, J. J. (2011). Responsabilidad social universitaria: estudio acerca de los comportamientos, los valores y la empatía en estudiantes de universidades iberoamericanas (Tesis doctoral). Universidad de Valencia, Valencia.

Martí Noguera, J. J., Martí-Vilar, M., Vargas Villamizar, Ó. H. y Moncayo Quevedo, J. E. (octubre-diciembre, 2014). Reflexión sobre los discursos en Educación Superior desde la psicología social crítica. Revista de Educación Superior, 43(172), 33-55. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.resu.2015.03.008

Meller, P. (2004). La universidad y el mercado. Santiago de Chile: Universidad de Chile. Recuperado de http://firgoa.usc.es/drupal/files/universidad_0.pdf

Miller, R. (2003). The Future of the Tertiary Education Sector: Scenarios for a Learning Society. Prepared for the OECD/Japanese Seminar on the Future of Universities, December 11th-12th, 2003, Tokio. Retrieved from http://www.mext.go.jp/a_menu/kokusai/forum/04022701/004/001.pdf

Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. (2014). Estadística de Tesis Doctorales. Año 2014. Recuperado de https://goo.gl/kBAopw

Parellada, M. (2015). Informe CYD 2015. La contribución de las universidades españolas al desarrollo. Barcelona: Fundación Conocimiento y Desarrollo.

Saramago, J. (1995). Ensayo sobre la ceguera. Madrid: Santillana.

Vargas-Llosa, M. (1969). Conversación en la catedral. Barcelona: Seix Barral.

World Economic Forum – WEF. (2016). The Future of Jobs Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution. Global challenge inside report. Geneva: WEF. Retrieved from http://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs.pdf

Yamada, G. A. (2015). The Boom in University Graduates and the Risk of Underemployment. IZA World of Labor, (165). DOI: http://dx.doi.org/10.15185/izawol.165


1 The social responsibility applied to the Higher Education institution leads to the integration and adoption in their functioning, and therefore in their educational and research activities, of the reflection about the people who integrate it.

2 “At what precise moment had Peru fucked itself up?”

3 I think we got blind, I think we are blind, blind who can see, blind who, seeing, don’t see