Cienc. Acad. (Univ. Catol. Luis Amigó) | N°. 5 | enero-diciembre | 2024 | ISSN (En línea): 2744-838X | Medellín - Colombia

Los chicos “malos”: Callous Unemotional y agresión proactiva

The “bad” guys: Callous Unemotional and proactive aggression

Cindy Vanessa Cardona-Gutiérrez

César Andrés Carmona-Cardona

Recibido: 8 de enero de 2023 / Aceptado: 19 de octubre de 2023 / Publicado: 1 de marzo de 2024

Forma de citar este artículo en APA:

Cardona-Gutiérrez, C. V., & Carmona-Cardona, C. A. (2024). Los chicos “malos”: Callous Unemotional y agresión proactiva. Ciencia y Academia, (5). DOI: https://doi.org/10.21501/2744838X.4562

Resumen

El presente artículo, mediante una exposición narrativa, tiene como objetivo identificar la influencia de los rasgos de insensibilidad emocional o Callous Unemotional Traits (CU por sus siglas en inglés) en la agresión proactiva, con el propósito de analizar si hay una relación existente. Se recolecta la información por medio de material bibliográfico en revistas científicas de diferentes bases de datos, entre los años 2016 y 2022. Los resultados muestran que los rasgos CU presentan una correlación positiva, pero moderada con la agresión proactiva y reactiva; los altos rasgos psicopáticos en la infancia muestran una evolución desfavorable en la adolescencia, relacionándose con amigos antisociales, con consumo de drogas ilegales, demostrando un aumento significativo en la agresión proactiva, lo cual indica que los rasgos CU se correlacionan con la agresión proactiva. Para finalizar, las diferentes posturas entre los estudios plantean que se encontraron asociaciones válidas entre los rasgos CU y la agresión proactiva.

Palabras clave:

Callous Unemotional; Agresión proactiva; Niños; Adolescentes; Conductas antisociales; Trastornos de conducta.

Abstract

The purpose of this article with narrative exposition, aims to identify the influence of the traits of emotional insensitivity or Callous Unemotional Traits (CU) in Proactive Aggression, with the interest of analyzing if there is an existing relationship. Information is collected through bibliographic material in scientific journals from different databases, between 2016 and 2022. The results show that the CU traits present a positive, but moderate correlation with proactive and reactive aggression, the high psychopathic traits in childhood show an unfavorable evolution in adolescence, relating to antisocial friends, with illegal drug use, demonstrating a significant increase in proactive aggression, which indicates that CU traits correlate with proactive aggression. Finally, the different positions between the studies suggest that valid associations were found between CUT traits and proactive aggression.

Keywords:

Callous Unemotional; Proactive aggression; Childs; Adolescents; Antisocial behaviors; Conduct disorders.

 

Introducción

Los rasgos de insensibilidad emocional o Callous Unemotional Traits (CU por sus siglas en inglés), tienden a hacer sus primeras apariciones en la etapa infantil, conllevando a los individuos a experimentar problemas de conducta, agresión, temperamento hostil y difícil comportamiento, donde muestran un mayor riesgo en desarrollar conductas antisociales, como violencia y ausencia de culpa, las cuales son inaceptables y representan un problema grave en la sociedad actual (Randall et al., 2014).

De acuerdo con López-Romero et al. (2012) la aparición de los CU, como ausencia de remordimiento, manipulación e impulsividad durante las primeras etapas del ciclo vital son precursoras de conductas agresivas y violentas que pueden persistir en el tiempo. Cabe destacar, que los CUT hacen referencia a la carencia de remordimiento o culpabilidad, donde el individuo presenta una falta de sensibilidad, privación de empatía, y afecto superficial, indicando que no le interesa los sentimientos de los demás, y cuando los muestra son para obtener beneficios propios o manipular al otro, tipificados según el Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, en el marco del trastorno de conducta, desde el especificador clínico denominado Emociones Prosociales Limitadas (EPL) (Asociación Americana de Psiquiatría [APA], 2014).

Según la investigación realizada por Eddy (2020), el sistema encargado de los comportamientos prosociales y antisociales es el límbico, involucrando áreas hipotalámicas y amigdalinas y la corteza prefrontal, específicamente en las regiones orbital y medial. Es así como los trastornos de conducta suelen estar acompañados de dificultades emocionales, problemas relacionales con sus pares y las figuras de autoridad, debido a que el individuo presenta bajos niveles de introspección, minimizando sus problemas de conducta (Sánchez Navarro & Román, 2004).

Así mismo en el estudio de Ray y Frick (2018) se resalta que los rasgos CU son medidos por el Inventory of Callous Unemotional [Inventario de Dureza e insensibilidad emocional] el cual evidencia una puntuación total y tres factores independientes entre sí, como son: Callusness [Dureza] que hace referencia a la falta de empatía y remordimiento; Uncaring [Indiferencia] que se ajusta a una actitud relacionada con el desinterés en el cumplimiento de tareas y de sentimiento hacia los demás; y Unemotional [Insensibilidad] que se refiere al afecto emocional deficiente.

En este sentido es posible comprender que los CU son precursores de las conductas antisociales que posibilitan al individuo sobrepasar las normas morales y sociales, debido a que no consideran importante la posición, perspectivas y afectos de los demás, haciéndolos proclives a la comisión de delitos o a la violación de normas sociales e institucionales (Rivera & Cahuana, 2016). Martorell et al. (2011) señala que estas conductas son en resumen un irrespeto a las normas sociales básicas, a la vez que dañan a las personas, animales, o propiedad, pero que tendría como característica principal la agresión.

Se ha observado que las condiciones emocionales, genéticas y ambientales influyen en la aparición de este tipo de conductas antisociales y agresivas, pero su motivación e instrumentos pueden variar (Penado et al., 2014) y se han tipificado tres tipos de agresión de acuerdo con su motivación, a saber, proactiva (instrumental o premeditada), reactiva (impulsiva) y la mixta que incluiría los dos subtipos mencionados (Dini & Wertag., 2018; Del Hierro et al., 2022; Naranjo et al., 2021).

En cuanto al factor ambiental, específicamente de crianza, de acuerdo con el estudio sobre estilos de apego en un grupo de jóvenes con rasgos antisociales y psicopáticos, cuyo objetivo era describir la vinculación afectiva, se encontró que, de acuerdo con la calidad del apego (seguro), la relación afectiva, la regulación emocional del niño y las posibles consecuencias a futuro, disminuirían la aparición de problemas de conducta de manera considerable, frente a los que han desarrollado otros tipos de apego por parte de sus padres, cuidadores o figuras de autoridad en la infancia (Celedón et al., 2016).

La forma de agresión reactiva se presenta como respuestas adversas en estado de enojo a causa de situaciones frustrantes o de intimidación; mientras que la agresión proactiva, caracterizada por ser invasiva, planeada, y a “sangre fría”, hace referencia a comportamientos que pueden ser dirigidos por estímulos externos, puesto que es instrumental, estructurada y controlada. Este tipo de agresión se explica desde el modelo de aprendizaje social de Bandura, 1973 (como se cita en Andreu et al., 2009) y se encuentra fundada como una táctica que el individuo usa para la consecución de un propósito o beneficio, dicha belicosidad no necesita una activación determinada como es el caso de la agresión reactiva; por el contrario, es organizada, de manera que el individuo planea sus acciones previamente (Andreu et al., 2009).

Los estudios que relacionan los rasgos CU y la agresión proactiva y reactiva han sido pocos, aunque algunos de ellos (Frick & Ellis, 1999a; Frick & Loney, 1999b; Frick et al., 2003; Kruh et al., 2005), demuestran que existe una relación entre los rasgos CU y la agresión proactiva, además de formas graves de agresión, indicando que los primeros son factores predictores para las conductas antisociales de adolescentes y adultos.

Por consiguiente, el propósito del presente artículo es identificar la influencia de los CU en la Agresión Proactiva, publicada en la literatura existente en artículos científicos de los últimos 5 años, posibilitando la observación clara del conocimiento actual en torno al tema en cuestión, ya que se evidencia la importancia de comprender los tipos de agresión y su relación con los rasgos psicopáticos. Es importante tratar de explicar el comportamiento agresivo (proactivo) con las investigaciones de los rasgos CU, para esclarecer las asociaciones o discrepancias entre estas dos variables.

Metodología

Para la búsqueda de la información se utilizaron bases de datos como ScienceDirect, y Scopus; el rastreo de la información se delimitó por las variables “rasgos de insensibilidad emocional”, “emociones prosociales limitadas”, “agresión proactiva”, “agresión premeditada”, “conductas antisociales” y “agresividad proactiva”; además se utilizaron términos en inglés como “Callous Unemotional Traits”, “proactive aggression”, “aggression proactive”, “aggression”; se tuvieron en cuenta artículos originales.

Inicialmente la búsqueda de los artículos se centró en fechas de publicación para los últimos cinco años, es decir desde el 2017 hasta el 2022, ya que de esto depende la actualización del tema investigativo, pero debido a que no se encontraron suficientes artículos con esta condición también se tuvieron en cuenta artículos con fechas de más de cinco años de publicación: 2016 hasta el 2022, con el fin de dar cuenta de los antecedentes investigativos sobre el tema en mención.

Resultados

Luego de la búsqueda en relación con las variables anteriormente expuestas, se obtuvieron 5 artículos de los cuales 1 fue realizado en el año 2016 y 4 artículos realizados entre el año 2017 y 2022.

Tabla 1. Estudios de investigaciones sobre rasgos de insensibilidad emocional, y agresividad proactiva. Años 2016 al 2022

Autores, año y país

Variables

Muestra (Edad y características)

Diseño de estudio

Instrumentos

Resultados

Sng et al., 2018. Singapur.

Rasgos CU

Agresión

Problemas de conducta

n = 282, edad: 7 a 16 años. Característica: con trastornos del comportamiento disruptivo.

Transversal

Reactive-Proactive Aggression Questionnaire [Cuestionario de Agresión Proactiva y Reactiva] (Raine et al., 2006).

Antisocial Process Screening Device [ Dispositivo de Detección de Procesos Antisociales] (Frick & Hare, 2001).

a). Los rasgos CU se asocian con los problemas de conducta, crianza agresiva físicamente y la agresión proactiva en niños.

b). Los rasgos CU y la crianza negativa son proporcionales con la agresión proactiva

Kokkinos et al., 2020.Grecia

Agresión proactiva/reactiva

Rasgos CU

n = 301, edad: 11 y 12 años. Característica:

adolescentes no clínicos

Transversal

Reactive-Proactive Aggression Questionnaire [Cuestionario de Agresión Proactiva y Reactiva] (Raine et al., 2006).

callous-unemotional (CU) subscale of the Youth [ subescala insensible-no emocional (CU) en Jóvenes]

(van Baardewijk et al. 2010)

a). Los rasgos CU se correlacionan con la agresión proactiva y reactiva

b). Los chicos tuvieron mayores niveles de agresión proactiva que las chicas, asignando esto al interés dominante de los hombres ante los iguales más débiles.

c). El estudio sugiere que la agresión proactiva no debe desvincularse de la agresión reactiva, ya que siempre hay una respuesta a una amenaza o provocación.

Romero et al., 2016. Galicia-

España

Rasgos psicopáticos Problemas de conducta externalizantes

Tiempo 1(2002-2003) n= 192, edad: entre 6 y 10 años.

Tiempo 2 (2009) n=102, edad media: 13.79

Tiempo 3 (2013) n=105, edad media: 17.40

Longitudinal

Escala de Agresión Reactiva/Proactiva (Dodge y Coie, 1987)

Inventory of Callous-Unemotional Traits [ inventario de rasgos insensibles-no emocionales] (Frick, 2004)

a). Las mediciones de los rasgos psicopáticos en la infancia, indican que están asociados con un desarrollo adverso, con marcadores como la agresión proactiva, con vinculación psicopática en la adultez.

b). El grupo de niños con altos rasgos psicopáticos, a través del tiempo (6 años más tarde) tuvo un aumento en sus características con relación a la agresión proactiva.

Urben et al., 2017. Nueva York

Rasgos CU

Agresión

n = 111, edad: 12 y 18 años

característica:

adolescentes con trastorno de conducta de centros forenses e internados

Transversal

Reactive-Proactive Aggression Questionnaire [Cuestionario de Agresión Proactiva y Reactiva] (Raine et al., 2006).

Inventory of Callous-Unemotional Traits [El Inventario de rasgos insensibles-no emocionales] (Frick, 2003)

a). La agresión proactiva se relaciona con los rasgos CU

b). La impulsividad está relacionada con las conductas agresivas

Suk et al., 2022.Dinamarca

Rasgos CU

Agresión

n= 158, jóvenes, edad: 6 a 18 años

características clínicas

Reactive-Proactive Aggression Questionnaire [Cuestionario de Agresión Proactiva y Reactiva] (Raine et al., 2006).

Inventory of Callous-Unemotional Traits [ inventario de rasgos insensibles-no emocionales] (Frick, 2004)

a). Se indica que existe una correlación significativa entre la irritabilidad y

la agresión reactiva, señalando que ante la alta irritabilidad hay un

bajo rasgo insensible- no emocional.

b). La correlación entre altos niveles de rasgos CU y la agresión proactiva no fue afirmada.

 

La investigación y los diversos artículos encontrados que abordan las dos variables objeto de estudio, resaltan en su mayoría que la agresión proactiva y los rasgos CU están altamente ligados entre sí, las muestras que se generaron de los artículos de análisis van desde n=102 hasta 301, se tuvieron en cuenta solo los estudios de población de niños y jóvenes con un rango de edad de los 6 hasta los 18 años. Los artículos abordados utilizan El Inventory of Callous Unemotional Traits o el Dispositivo de Detección de Procesos Antisociales como instrumento de evaluación para evaluar los rasgos CU y el Cuestionario de Agresión Reactiva y Proactiva (PAQ) o la Escala de Agresión para las medidas de la agresión proactiva.

Así mismo, según el estudio de Sng et al. (2018), sobre rasgos CU y la relación entre las prácticas de crianza agresivas y los problemas de conducta en las familias de Singapur, es posible indagar que los problemas de conducta están influenciados por factores ambientales (Hawes & Dadds, 2005; Odgers et al., 2012) dentro de los diferentes escenarios como son la familia, amigos, escuela y entorno social en el cual se desarrollan los niños, considerando que el duro método del “maltrato” tanto físico, como psicológico y la relación de los padres o cuidadores con sus hijos aportan en la estructuración de problemas conductuales (Shaw & Shelleby, 2014), brindando como resultado que los rasgos CU y la crianza negativa son proporcionales a la agresión proactiva.

Ahora bien, el artículo de subgrupos de agresión reactiva y proactiva en adolescentes y la interacción entre los rasgos CU, la desvinculación moral, la empatía y las funciones de la agresión, asocia estos rasgos con la agresión proactiva sin desvincularla de la agresión reactiva (Merk et al., 2005; Polman et al., 2007). El estudio demuestra que ante mayores niveles de agresión proactiva y reactiva llamada como agresión combinada, existen menores niveles de empatía cognitiva (EPL), ya que se unen a la desvinculación moral, asimilando una correlación de los CUT con la agresión proactiva (Kokkinos et al., 2020).

De la misma forma, los resultados del artículo de Romero et al. (2016) indican que los que puntuaron más alto en rasgos psicopáticos, en su adolescencia presentan niveles altos en problemas de conducta (agresión proactiva) llevando a presentar en la adultez personalidad psicopática.

También es importante citar la asociación entre los rasgos CU y la agresión proactiva en el artículo Contribuciones específicas de la edad de inicio, de los rasgos callosos-no emocionales y de la impulsividad a la agresión reactiva y proactiva en jóvenes con trastornos de conducta, destacando la validez del pronóstico para los comportamientos antisociales en los adultos. Ahora bien, en los adolescentes con trastornos de conducta, se puede contemplar que los rasgos CU pueden ser grandes reveladores de la agresión patológica más allá de otros factores como la edad de inicio y la impulsividad (Urben et al., 2017).

Cabe destacar que, de los 5 artículos obtenidos, 3 de ellos citados a continuación, tienen relación en sus resultados, donde los rasgos CU presentan una correlación positiva, pero moderada con la agresión proactiva y reactiva (Kokkinos et al., 2020). Del mismo modo, el estudio longitudinal demuestra que, los altos rasgos psicopáticos en la infancia muestran una evolución desfavorable en la adolescencia, relacionándose con amigos antisociales, con consumo de sustancias, demostrando un aumento significativo en la agresión proactiva, lo cual indica que los rasgos CU se correlacionan con la agresión proactiva (Romero et al., 2016). Y por último Urben et al., 2017, concluye que, la agresión proactiva tiene correlación con los rasgos CU. Con estos estudios es posible dar respuesta a la hipótesis planteada de la influencia de los CU en la Agresión Proactiva.

Finalmente, en el estudio de Suk et al. (2022) se indica que existe una correlación significativa entre la irritabilidad y la agresión reactiva, señalando que ante la alta irritabilidad hay un bajo rasgo insensible–no emocional, por consiguiente, la correlación entre los altos niveles de CU y la agresión proactiva no fue afirmada, como en el estudio de Sng et al. (2018) donde los rasgos CU y la crianza negativa son proporcionales con la agresión proactiva, pero no se relacionó la agresión física con la agresión proactiva y los CU. Por consiguiente, es posible identificar que estos dos estudios no tuvieron resultados positivos ante la influencia de los CU en la Agresión Proactiva.

Discusión

Esta revisión aporta una perspectiva clara de las asociaciones entre los rasgos CU y la agresión proactiva y reactiva, iniciando en estudios que incluyen también al uso de agresión reactiva (Kokkinos et al., 2020), de manera que demuestra que las personas con particularidades especiales relacionadas con la falta de remordimiento y baja empatía, tienen tendencia a ser agresivos y usarla a su beneficio como respuesta a hostigamientos percibidos (Fanti et al., 2009; Glenn & Raine., 2009; Salmivalli et al., 2005).

Se puede señalar que tanto la impulsividad, los rasgos CU, como el desarrollo de conductas antisociales a temprana edad, son factores predictores de conductas agresivas en los que presentan trastorno de conducta, y de manera particular el desarrollo de agresión proactiva, debido a su uso o instrumental y de búsqueda de ganancias secundarias, normalizando las acciones violentas siempre y cuando el logro de los objetivos se efectúe (Urben et al., 2017).

Algo semejante ocurre en el estudio de Romero et al. (2016) con los rasgos CU, en los que en las conductas antisociales futuras de los niños con altos niveles de rasgos psicopáticos, se puede observar 6 años después dificultades con conductas agresivas, presentando capacidades reducidas en la regulación emocional y comunicación. Estudios longitudinales que incluyeron la utilización del Inventario de CU, posibilitan la claridad de la existencia del encadenamiento entre los rasgos CU en la niñez y seis años más tarde, disminuyendo además el sesgo de los autoevaluadores debido a la utilización de fuentes externas o terceros informantes, que permiten confirmar la estabilidad de los rasgos con el pasar del tiempo (López-Romero et al., 2014; Pardini et al., 2007).

La asociación entre los rasgos emocionales de la personalidad, como lo son los CU y la agresión proactiva en niños, da cuenta de la importancia de la conexión emocional propia, puesto que la identificación de estados placenteros o displacenteros en el individuo y su conexión con los demás, fungen como inhibidores del desarrollo de conductas agresivas para la consecución de metas personales.

Así mismo, los componentes que contribuyen al desarrollo del temperamento y de manera particular el carácter desde las teorías de personalidad, como lo son los rasgos de crianza, ejercen un rol importante debido a la proporción entre las problemáticas y la ejecución de conductas agresivas motivadas por la instrumentalización o la proactividad.

Finalmente, también se observó que el desarrollo de las conductas externalizantes en la adolescencia y a los infantes que mostraban altos y bajos rasgos psicopáticos, revelan que no se especifica un modelo único de desarrollo para la conducta antisocial como una medida general, pero sí indicadores disfuncionales conductualmente como: la relación con amigos antisociales, lo cual sería un especificador de riesgo en conducta antisocial (Romero et al., 2016; Laird et al., 2008), y el consumo de cannabis o drogas ilegales que promueven la utilización de conductas agresivas (Chabrol et al., 2011).

Se sugiere que futuras investigaciones continúen aclarando el panorama en torno a la relación de los rasgos Callous Unemotional, con marcadores clínicos como la triada oscura en la asociación no solo con los motivadores de la agresión como la reactividad y proactividad, sino también con formas específicas de agresión, como lo es la física, verbal, relacional o en línea.

Conflicto de intereses

Los autores declaran la inexistencia de conflicto de interés con institución o asociación comercial de cualquier índole.

Referencias

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Notas de autores

Cindy Vanessa Cardona-Gutiérrez

Psicóloga, Facultad de Ciencias Sociales, Salud y Bienestar. Universidad Católica Luis Amigó, Medellín-Colombia. Contacto: vena20car@gmail.com

César Andrés Carmona-Cardona

Candidato a doctor en Psicología con Orientación en Neurociencia Cognitiva Aplicada. Facultad de Ciencias Sociales, Salud y Bienestar. Integrante del grupo de investigación Neurociencias Básicas y Aplicadas, Universidad Católica Luis Amigó, Medellín, Colombia. Contacto: cesar.carmonaca@amigo.edu.co, ORCID: 0000-0002-7179-2610