Cienc. Acad. (Univ. Catol. Luis Amigó) | N°. 3 | pp. 36-42 | enero-diciembre | 2022 | ISSN (En línea): 2744-838X | Medellín - Colombia

Los discursos del maestro: el semillero de investigación como espacio de formación para habitar la palabra

The teacher’s discourses: the research seminars as a training space to inhabit the word

Daniela Colorado Orozco

Recibido: 05 de septiembre de 2021–Aceptado: 29 de septiembre de 2021

Forma de citar este artículo en APA: Colorado Orozco, D. (2022). Los discursos del maestro: el semillero de investigación como espacio de formación para habitar la palabra. Ciencia y Academia, (3), https://doi.org/10.21501/2744838X.4481

Resumen

Los semilleros de investigación se consolidan como espacios de formación para la participación de estudiantes bajo la guía de sus docentes, en el fortalecimiento de habilidades interpersonales, formulación de hipótesis y apertura a la investigación en las diversas áreas del conocimiento. El presente ensayo de carácter reflexivo, recoge la experiencia del semillero de investigación en infancia SIEIN de la Universidad de San Buenaventura, con el fin de resaltar el valor y pertinencia de estos espacios como oportunidades de exploración y creación conjunta del conocimiento. Su propósito es motivar el interés y reflexión de la comunidad educativa en la promoción y participación en estos escenarios de diálogo como pieza clave del desarrollo personal y profesional de estudiantes y educadores.

Palabras claves:

Semillero; Investigación; Educación; Pedagogía; Infancia; Ensayo; Reflexión; Diálogo; Conocimiento; Maestro.

Abstract

The research hotbeds are consolidated as training spaces for the participation of students under the guidance of their teachers, in the strengthening of interpersonal skills, hypothesis formulation and openness to research in various areas of knowledge. This reflective essay gathers the experience of the SIEIN childhood research hotbed of San Buenaventura University, in order to highlight the value and relevance of these spaces as opportunities for exploration and joint creation of knowledge. Its purpose is to motivate the interest and reflection of the educational community in the promotion and participation in these scenarios of dialogue as a key part of the personal and professional development of students and educators..

Keywords:

Hotbed; Research; Education; Pedagogy; Childhood; Essay; Thought; Dialogue; Knowledge; Teacher.

Los discursos del maestro: el semillero de investigación como espacio de formación para habitar la palabra

Qué sería de las ciencias y sus matices sin la existencia de escenarios de discusión y reflexión de las realidades, qué sería de los avances sociales sin espacio para el cuestionamiento y la refutación de ideales, qué sería de los discursos de la modernidad sin el despertar del espíritu investigativo y las dudas existenciales. Sin limitar la respuesta, no está de más atreverse a afirmar que el panorama no sería nada prometedor, si es que son aquellos destellos de incertidumbre, de apetito voraz por dar explicación a aquello que acontece en una realidad circundante, el motor principal del fruto del nuevo conocimiento. Uno subjetivo, particular, aquel que se apropia de manera individual pero que se potencia en la puesta en común y se transforma gracias a ello. Así refería Freire et al. (1994) ese movimiento dinámico del pensamiento, realidad y lenguaje que, al ser bien asumido, “resulta una creciente capacidad creadora, de tal modo que cuanto más integralmente vivimos ese movimiento tanto más nos transformamos en sujetos críticos del proceso de conocer, enseñar, aprender, leer, escribir, estudiar” (p. 24).

El semillero de investigación SIEIN de la Universidad de San Buenaventura–Medellín, es ese espacio hecho nido para la reflexión en torno a la infancia, es el centro de operaciones para el cuestionamiento y los discursos que abordan las realidades de la práctica pedagógica de un maestro, de la infancia puesta en contexto, de las hipótesis de futuras investigaciones, los aportes de múltiples visiones entrelazadas en las historias de vida de sus integrantes, la relectura de discursos que cuestionan la vigencia, pertinencia y rigor de una praxis. Larrosa (2020) ya lo expresaba acertadamente,

El oficio está apalabrado; el hacer está inmerso en el decir, en el contar, en el poner lo que se hace y lo que se piensa en palabras, a veces en el escribir. Ejercer un oficio supone también explorar el lenguaje propio del oficio. (p. 23)

Se refiere entonces a un espacio para el espíritu de creación y, por supuesto, una invitación al encuentro con los ideales propios. Es así que, como espacio de confrontación en lo académico, pone de manifiesto el interés por la formación en investigación de los futuros profesionales y aquellos que, al finalizar su proceso académico desean continuar vinculados al mismo, partiendo de la importancia de un proceso continuo de aprendizaje para toda la vida, y el permitirse hacerse de la energía creativa de las nuevas generaciones de maestros en las ilusiones y los deseos que se hacen indispensables en la educación como mecanismo para mantener la esperanza, la apertura al cambio y los sueños innatos que enaltecen la vocación. Recordando que, “cuanto más tolerantes, cuanto más transparentes, cuanto más críticos, cuanto más curiosos y humildes sean, tanto más auténticamente estarán asumiendo la práctica docente” (Freire, 2014, p. 104).

El semillero de investigación es esa aproximación al ejercicio investigativo, uno que permite generar distinciones necesarias al interior del acto educativo, en el que se permite la comprensión de la educación inicial como un frente de reflexión que articula la relación entre la teoría y la práctica, que no limita el acto a la supervisión del hacer ni reduce el saber a una acumulación de “estrategias recreativas”, que explicita un deseo de otorgar sentido a la movilización de la reflexión de la práctica pedagógica y propicia el diálogo de perspectivas docentes al interior del saber. Aquí se instaura una propuesta que asume el reto del reconocimiento de las ciencias sociales y humanas y su valía en el campo de la academia frente al peso de las investigaciones de las ciencias exactas, quienes parecieran ser mayormente aceptadas en rigurosidad académica por su carácter estrictamente preciso, sin márgenes de error ni interpretaciones subjetivas que en el supuesto magistral aportan avances de alto impacto a la ciencia. Bien se lo planteó Vanossi (2003) a su audiencia en su comunicación privada para la academia nacional de Ciencias Morales y Políticas al cuestionarse la clasificación de ambas ciencias, “blandas” y “duras” únicamente a razón de que el objeto a investigar es distinto, pese a que el concepto de ciencia sea entendido como conocimiento exacto (qué tan exacto) y razonado (qué tan razonado) de las cosas o los fenómenos (pp. 6-7).

Cuestionamientos que aún no asientan del todo bien en comunidades cuyos juicios de valor se cimientan en los rangos de reconocimiento y aceptación colectiva de las configuraciones sociales.

Ciertamente, los retos son oportunidades, y así es como el semillero de infancia encuentra una apertura a la articulación conceptual, debatiendo la atomización en el campo del saber de la pedagogía y proponiendo nuevos campos de visión que validen la figura del maestro en cada esfera de su práctica pedagógica y en la razón de ser de su profesión: la infancia, despojando la idea de una subordinación en el que se le asigna un papel subalterno a la pedagogía en un encierro de los procesos que se verifican únicamente al interior de las paredes del aula, y resignificando la posibilidad de pensar el eje maestro-escuela-sociedad-estado-cultura. Cuestionando los imaginarios colectivos en clave educativa que dan lugar a toda clase de ambivalencias y confusiones que llega a considerar como equivalentes la pedagogía, la instrucción, la educación, la enseñanza y la didáctica, sin conocimiento de causa de ninguna de las anteriores (Zuluaga et al., 1988).

El apropiarse de la pedagogía como discurso implica necesariamente reconocer la infancia como categoría fundamental en su sustento, pues es precisamente la infancia la que se ha encargado de generar innumerables elementos discursivos que se abren paso en los diversos contextos, con la pretensión de explicarla ética, moral, científica, e incluso, pedagógicamente. Discursos que no se agotan en tanto la infancia siga latente y, en su vitalidad categórica, quede reducida en el marco de posibilidades que limitan las disciplinas que se aventuran a abordarla. Es así como la minuciosidad en las reflexiones elaboradas alrededor de esta categoría enuncia en tono común el devenir de las acciones emprendidas por los educadores y las respuestas de los niños frente a tales acciones.

Así, “la pedagogía obtiene en la niñez su excusa irrefutable de intervención para educar y reeducar en la escuela, para participar en la formación de los seres humanos y los grupos sociales” (Narodowski, 1994, p. 24), y es en tal escenario que se vislumbra el abanico de posibilidades del pedagogo para explorar el sinnúmero de matices de una categoría en constante transformación, un gran relato en conexión a las narraciones de una infancia que se moviliza en la sociedad del conocimiento.

Naradowsky (1994) recordaba la diferenciación existente en el estudio de una infancia a otra, y es que mientras unas disciplinas estudian a los niños, la pedagogía aboga a una infancia que se integra en las instituciones escolares, es decir, el niño en tanto alumno, que si bien tanto el niño como el alumno corresponde en existencia a un mismo sujeto, epistemológicamente refieren objetos diferentes, sin dejar de lado el enlace necesario en el que el niño se incluye en el alumno y aparece necesariamente para la construcción de este último, que como objeto de conocimiento se define en un campo de intervención no ajeno a la niñez sino más complejo a ella. “La aparición de la infancia rompe y excede la identidad del alumno consigo mismo. Con esta aparición se abre el espacio de lo pedagógico que tiene como reto la indeterminación y el porvenir” (Masschelein, 2003, p. 64).

Es así como el semillero encuentra su razón de ser en tanto espacio para el ejercicio investigativo y como lugar de apertura a la discusión en torno al abordaje de estas categorías que conforman el punto neurálgico del acto educativo para un maestro de infantil, que no solo enfoca en desarrollo de habilidades teóricas en el estudio de su campo específico, sino además, agrega valor en habilidades para la vida y el desempeño profesional en tanto resolución de problemas, pensamiento lógico, postura crítica, espíritu investigativo, trabajo colaborativo y metodologías discursivas.

Actualmente, el semillero en infancia SIEIN de la USB–Medellín, permanece activo, trabajando de manera articulada con los grupos de investigación de la universidad, motivando la participación de sus miembros en eventos a nivel regional y nacional, y reafirmando su valor formativo en encuentros regulares para el trabajo continuo con sus integrantes. Al ser la infancia el motivo de movilización y fecundación del pensamiento y la pedagogía un trayecto a seguir para llegar a la compresión de ese pensamiento, se traza la ruta del saber, del entendimiento de las palabras en las cosas que las explican, movilizando esa relación pedagógica visible en la educación, aquella que se hace posible por la infancia, o bien, aparece gracias a ella (Masschelein. 2003) y es en esa expresión que se permite la aparición del maestro en el espacio pedagógico creado en relación de diálogo, de carga recíproca, de comprensión de la palabra, que, más allá de toda pretensión, espera activar al interior de los interesados en la educación, frentes de reflexión que vinculan lo superfluo en clave trascendental y profunda de transformación socioeducativa.

Conflicto de intereses

El autor declara la inexistencia de conflicto de interés con institución o asociación comercial de cualquier índole.

Referencias

Freire, P. (2014). Pedagogía de la esperanza: un reencuentro con la pedagogía del oprimido. Siglo XXI.

Freire, P., Torres, R. M., & Mastrangelo, S. (1994). Cartas a quien pretende enseñar (Vol. 2). Siglo XXI.

Larrosa, J. (2020). El profesor artesano: Materiales para conversar sobre el oficio. Noveduc.

Masschelein, J. (2003). El alumno y la infancia: a propósito de lo pedagógico. Revista Educación y Pedagogía, 15(36), 61-68. https://revistas.udea.edu.co/index.php/revistaeyp/article/view/5961

Narodowski, M. (1994). Infancia y poder. La conformación de la pedagogía moderna. Aique.

Vanossi, J. R. (2003). Ciencias “duras” y ciencias “blandas”: ¿compartimentos estancos o apoyaturas metodológicas compartidas? [Comunicación de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas]. https://nanopdf.com/download/ciencias-duras-y-ciencias-blandas_pdf

Zuluaga, O. L. Echeverry, A. Martínez, A. Restrepo, E., & Quiceno, H. (1988). Educación y pedagogía: una diferencia necesaria. Revista del centro de estudios e investigaciones docentes, (14), 4-9. http://www.albertomartinezboom.com/escritos/articulos/1988_Educacion_y_pedagogia_Una_diferencia_necesaria.pdf

Notas de autor

Daniela Colorado Orozco

Magíster en Tecnología Educativa de la Universidad Internacional de la Rioja, Licenciada en Educación Preescolar e integrante del semillero de investigación en infancia SIEIN, grupo GIDEP de la Facultad de Educación de la Universidad de San Buenaventura. Homeroom teacher del Colegio San José de las Vegas, Medellín-Colombia. Contacto: daniela.colorado@sanjosevegas.edu.co